Miles de quiteños caminan o hacen deporte todos los días en las áreas verdes de la ciudad, sin darse cuenta de la vida secreta que existe en ellas. Uno de esos casos es el parque Itchimbía, que alberga a más de 187 especies de insectos conocidos.

Arañas, hormigas, mariposas, abejas, escarabajos, grillos, gusanos, mariquitas, pulgones, ninfas, avispas,  zancudos y más son parte de la fauna del sitio, ubicado en el centro- oriente capitalino.

Entre ellas destacan las hormigas, insectos que trabajan en equipo, y las mariposas nocturnas de grandes alas, a las que se conoce como Tandacuchi; esta especie ayuda al control de plagas.

El lugar de esparcimiento capitalino tiene la peculiaridad de que conserva una parte de la  fauna originaria de Quito, pues muy pocas especies vegetales foráneas han sido plantadas en sus terrenos; esto ha permitido que multiplicidad de seres continúen allí su evolución natural a lo largo del tiempo.

El estudio de los insectos fue realizado por la entomóloga Valeria Granda y el antropólogo  Juan Manuel Guevara. La investigación requirió 6 meses, durante los que los 2 expertos incluso permanecieron noches enteras en el parque para poder captar y entender la vida de los  pequeños y hermosos seres.

DATOS

En la muestra se presentan 70 fotografías de los insectos que habitan en el parque  Itchimbía.

La exhibición estará abierta hasta el 16 de febrero de 2014 y puede ser apreciada de martes a domingo. La entrada es gratuita.

El parque Itchimbía perteneció durante mucho tiempo a la orden religiosa de Las Conceptas, pero luego fue recuperado por el Municipio para la ciudad.

Los visitantes pueden acceder a la muestra por las calles Sodiro y Yaguachi, en sentido norte - sur y por las calles Valparaíso y Gran Colombia,  en sentido sur - norte.

Los asistentes podrán disfrutar de un video que narra la relación antropológica de lo expuesto con la cultura quiteña.
“Fue un trabajo difícil pero gozoso. Difícil porque empezamos a ver las reacciones de los insectos; algunos se hacían los muertos, se dejaban caer al vacío 5 metros y salían volando. Mientras hacíamos este estudio, pensaba en que el parque Itchimbía tiene la diversidad más importante de la ciudad. Esto se debe a la flora endémica que existe en las 54 hectáreas que lo conforman”, comentó Guevara.

Según los autores de la muestra, su intención nunca fue cazar a los animales, sino fotografiarlos en su estado natural y mostrar al mundo su belleza y su forma de vida. “Esta investigación estaba prevista desde hace un año. Es importante señalar que los insectos que estudiamos tienen una fuerte conexión con la cultura e historia de nuestros pueblos precolombinos. Puedo decir que yo, que he estudiado siempre a los insectos, con esta exploración me quedé impresionada con la diversidad existente en el lugar. Son más de 187 especies. En algunas logramos definir su nombre científico y en otras, el orden de la familia a la cual pertenecen”, señaló Granda.

Pese a lo realizado por ellos, los científicos indicaron que aún existe mucho terreno por explorar, pues en el parque hay  lugares de difícil acceso como  las quebradas y allí se encuentra  vegetación  intacta. Por eso  creen que en esas áreas puede existir incluso más diversidad de especies, a las que no accedieron por falta de logística.

De hecho, la investigación solo ha culminado en su primera fase.

Otro aspecto importante del estudio fue la relación antropológica que se estableció con las especies, puesto que existen representaciones plásticas de los insectos quiteños en las culturas Tusa y Tolita. Esta identificación se perdió con la Colonia y a los insectos se los empezó a nombrar de manera despectiva como “bichos”, afirmó Guevara.

“Esta exposición nos enseña a respetar y admirar la vida que hay en el parque, pues estos animales han vivido siempre con nosotros y son parte de nuestra cultura y fauna quiteña”, comentó por su parte Vicente Maloto, uno de los visitantes de la muestra.

Patricio Guerra, director del Centro Cultural Itchimbía que acoge la exhibición, recordó que en su niñez era tradicional en los meses de noviembre ir a Solanda, al sur de la ciudad, a coger  “catzos” (escarabajos), pero que el crecimiento urbano eliminó parte de esa fauna e inclusive  tradiciones como aquella.

La exhibición se presenta en el Palacio de Cristal y en ellas se puede apreciar bloques con fotos de los animales. Además, se exponen esculturas como representaciones de los insectos.

Sus autores le dieron el nombre de Itchimbichos. El horario de visita es de 09:00 a 17:00 y estará abierta sin costo hasta febrero.