El enredo de los cables desdibuja a Quito y sus monumentos
La arquitectura de Quito no se libera de las ‘ataduras’. No hay monumento en la ciudad, cuya vista no sea contaminada con cables colgados o tirados en el suelo. Parecen elementos imprescindibles, que no pueden faltar ni en el casco antiguo ni en el moderno. Por ello, sorprende el drama de los Quitocables si la urbe ya es un ejemplo de ‘enredos’ no solo en el aire sino también en las aceras, donde los alambres pelados acechan amenazantes.
Pocos son los sectores de la capital ecuatoriana donde los cables han sido soterrados y donde la belleza arquitectónica puede ser apreciada libremente. (I)