El Ciclopaseo necesita más campañas sobre normas de precaución
La muerte de otro ciclista, ocurrida el fin de semana en Quito, reanuda el debate sobre la convivencia en las vías. A las 13:20 del domingo, Pablo Roberto Betancourt (43 años) fue atropellado por un bus de la cooperativa Juan Pablo II en el sector de Solanda (sur), entre las calles Guanando y Alóag, cuando estaba fuera del Ciclopaseo.
Sus familiares cuentan que todas las semanas participaba de la actividad que se desarrolla entre las 8:00 y 14:00, desde la avenida Galo Plaza Lasso, en el norte, hasta Quitumbe, en el sur.
Algunos testigos aseguran que el hombre perdió el control de la bicicleta y cayó debajo del bus que llegaba a su última parada. El conductor no huyó y declaró que jamás vio al ciclista. Sin embargo, las autoridades aún investigan el hecho.
Ramón Santander, cuñado de la víctima, contó que lo esperaban esa tarde para celebrar el Día del Padre, y que cuando anocheció empezaron a buscarlo en hospitales, hasta que la Policía les informó de su muerte. Este accidente lleva a los grupos de ciclistas a cuestionarse sobre la seguridad que tienen en las vías.
Fernanda Jijón, directora de Ciclópolis, recalcó que el accidente no ocurrió en la ruta del Ciclopaseo e indicó que la vía en la que Betancourt murió se encuentra distante al recorrido, puesto que el mismo avanza por la Av. Cardenal de la Torre y toma la calle Solanda.
“Nadie sabe en detalle lo que pasó con el hombre, pero los testigos dicen que cayó y que el conductor del bus no le vio. Estos son accidentes. No fue en el Ciclopaseo. Pudo haber sido un usuario del transporte. Pero nosotros hemos creado un espacio seguro para la gente; sin embargo, al salir de estos sitios debe tener precaución. Era una persona que no tenía mucho conocimiento de la bicicleta y en la ciudad hay que tener cautela”, señaló Jijón.
Este diario consultó a la Directora si su institución imparte charlas preventivas para que la ciudadanía que recorre la ciudad en bicicleta tome las debidas precauciones y evite este tipo de accidentes. Sobre el tema, Jijón señaló que existe una campaña que informa sobre las normas de convivencia de los ciclistas.
Este mensaje de precaución es transmitido a través de volantes durante la ruta, y en los mismos se indica que los participantes en el Ciclopaseo deben, por ejemplo, circular por la derecha; reducir la velocidad; respetar las señales de tránsito; supervisar a los niños; respetar a los peatones; cuidar a las mascotas y anticipar movimientos con señales corporales.
Ciclópolis pertenece a la Comisión de Ciclistas de Quito, entidad encargada de promocionar sus derechos. Los talleres y conversatorios que se efectúan reúnen a los distintos colectivos de ciclistas.
Jijón mencionó que uno de los problemas de este grupo poblacional es su invisibilización ante los vehículos y aseguró que muchos de los accidentes se han producido porque los conductores de buses y carros particulares ignoran a los ciclistas, pues no están acostumbrados a su presencia en las calles.
Y recalcó que aunque se tenga este tipo de espacios aún se necesitan más programas de concienciación. “Es necesario realizar más campañas, para que los conductores estén conscientes de que las bicicletas son un medio de transporte de personas”.
Unos 60 mil quiteños participan todos los domingos en la actividad, cuya ruta abarca 29 kilómetros entre los extremos norte y sur de la capital. Este programa se ejecuta desde hace nueve años. El trayecto cuenta con señalización, puestos de agua, seguridad a cargo de la Policía Nacional, Metropolitana y personal de Ciclópolis.
Alía Yépez, estudiante de Medicina, participa continuamente en el Ciclopaseo. La joven de 22 años coincide en que se requieren más campañas de seguridad, pero no solo para los ciclistas, sino para la ciudadanía en general.