Algunos alumnos evitan que sus padres les envíen refrigerios por temor a que sus compañeros se burlen de ellos
El cambio de hábitos alimenticios aún no llega a todos los bares escolares
Por Yesenia Campoverde, colegio Eugenio Espejo
Una de las preocupaciones más comunes de los padres es la manera en que se alimentan sus hijos.
La comida poco saludable que se expende en los bares de los colegios es apetecida por los estudiantes, pero generalmente los alimentos servidos en estos lugares suelen ser insalubres; además, contienen grasas saturadas.
Hasta el momento no se ha logrado retirar del todo este tipo de productos de los bares de los colegios de Quito, donde es necesario que también se vendan alimentos naturales que mejoren la salud de los alumnos.
Sarahí Vásquez (12), estudiante del Instituto Nacional Mejía, afirmó que en los recreos compra arroz, porque es lo único que venden.
En muchos casos, los estudiantes consumen los productos que se ofrecen en los bares, porque sus padres no pueden enviarles diariamente una lonchera nutritiva.
Madelein Iza (12), del colegio Eugenio Espejo, comentó: “Mi madre, antes de irse a su trabajo, prepara mi refrigerio; me envía a clases un sánduche de mortadela”.
También existe el caso de chicos que sienten vergüenza de llevar sus propios alimentos. Kevin Sangucho (14), del colegio Mejía, comentó, por ejemplo, que la mayoría de sus compañeros siente que traer su lonchera es algo embarazoso, pues los hace ver como niños, podrían burlarse de ellos y eso no le gustaría.
