Las zonas bajas de la ciudad son más propensas a que ocurran inundaciones
El 70% del territorio de Quito es susceptible a eventos naturales
Los deslizamientos ocurridos anteayer en la av. De Los Conquistadores fueron parte de los 170 eventos de ese tipo registrados desde el 6 de octubre pasado en las áreas urbanas y rurales del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ). El lunes pasado hubo también desprendimientos sobre la av. Simón Bolívar y la Ruta Viva.
Esto muestra, por un lado, los efectos de la época de lluvias en la capital y su grado de vulnerabilidad frente a eventos naturales. De acuerdo con el Atlas de Amenazas Naturales del DMQ, cuya primera edición se imprimió en 2010, el 70% del territorio capitalino está expuesto a alguna clase de riesgo natural.
Buena parte de la ciudad está ubicada sobre zonas escarpadas pues alrededor del 50% del Distrito está ubicado sobre las estribaciones de la cordillera Occidental. Esta situación vuelve susceptible al territorio de que ocurran, sobre todo, aludes.
Durante la presente época de lluvias, por ejemplo, los 170 deslizamientos ocurridos hasta la tarde del lunes constituyen el mayor número de emergencias atendidas por los equipos de socorro.
Frente a ello, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal ha registrado 123 inundaciones, 71 colapsos estructurales (viviendas, techos, muros, etc.) y 38 caídas de árboles desde octubre.
La proporción entre un tipo de incidente y otros se mantiene estable durante el tiempo. Así, 817 movimientos de masa (deslizamientos y aludes) ocurrieron en el DMQ entre 2005 y 2014.
Esto frente a las 804 inundaciones y los 451 incendios forestales registrados en el mismo período.
La vulnerabilidad frente a una u otra amenaza natural depende, en buena medida, al sector del Distrito en el que se viva.
Según datos municipales, en la Administración Zonal Manuela Sáenz ocurren la mayor parte de los aludes y deslizamientos: hubo 223 entre 2005 y 2014, lo que corresponde al 23% de los siniestros de esta clase ocurridos en esos años.
La cifra tiene lógica pues la Administración Manuela Sáenz corresponde básicamente al Centro Histórico, que se extiende hasta las faldas del Pichincha, a lo que se añaden parroquias ubicadas en zonas altas como San Juan, Itchimbía, La Libertad y Puengasí.
Las zonas bajas son, naturalmente, las áreas capitalinas que están más expuestas a sufrir inundaciones. Así, los sectores correspondientes a la Administración Eugenio Espejo son las áreas más propensas a sufrir este tipo de fenómenos.
En el período que registra la última edición del Atlas de Amenazas Naturales, el 20,5% (165) de las inundaciones ocurridas sucedieron en esa zona del DMQ.
El área comprende algunas de las parroquias con el terreno capitalino más bajo como Iñaquito, La Jipijapa, La Concepción y El Inca.
En tanto que los incendios forestales se concentran en los puntos de Quito en que aunque el desarrollo urbanístico ha llegado, conservan una importante cobertura vegetal.
El 28% (128) de los siniestros relacionados con fuego ocurridos en la capital durante los 9 años registrados sucedieron en la zona del valle de Los Chillos. En tanto que el 24,6% (111) tuvieron lugar en el valle de Tumbaco. (I)