El 46% de los quiteños es propietario de una vivienda (Infografía)

Un estudio del colectivo Quito Vivo sobre la convivencia y el acceso a la vivienda en la ciudad señala que la mayoría de quiteños es propietario de una casa o un departamento.

De igual manera, la investigación muestra que poseer una vivienda implica, para sus propietarios, acceder a un estilo de vida en el que se conjugan  bienestar, seguridad y satisfacción de necesidades básicas.

El estudio arrojó que el 46% de los quiteños es propietario de una  casa, pero este indica, también, que en los últimos años la situación económica de los capitalinos ha cambiado sustancialmente.

La encuesta señala, también, que el 27% de  los quiteños valora como suficiente la oferta de vivienda y como buena el 35%.  

Sobre este tema, los expertos consultados coinciden en que es un sector de la sociedad que tiene esa posibilidad y, por tanto, plantean que el gobierno local y el nacional desarrollen planes de vivienda para sectores populares y poner más atención a la legalización de barrios.

Santiago García, economista e investigador de la Universidad Central del Ecuador (UCE), manifestó que el nivel adquisitivo de los  habitantes de la ciudad mejoró en los últimos 7 años y que ese sería el primer factor para que alrededor de la mitad de quiteños posea una vivienda.

“Si el 46% de quiteños puede acceder a vivienda significa que esas mismas personas tienen una mejor capacidad de ahorro, gracias a que tienen recursos suficientes para hacerlo. Además, implica que las instituciones que otorgan créditos dan mayores facilidades para acceder a un préstamo”, apuntó.

Según el estudio,  el 37% de quiteños utiliza créditos bancarios para comprar su vivienda, mientras que el 40% adquiere una casa con recursos propios.

 Otro aspecto que señala la encuesta es que el 40% de los habitantes de la ciudad arrienda un departamento.

Según el portal Datos Abiertos del Municipio, el Centro Histórico es el sector de la ciudad donde hay más arrendatarios (50%), le sigue la administración Eloy Alfaro, en el sur de la ciudad (46%).

Con respecto a las personas que arriendan, García mencionó que “es una consecuencia lógica que responde a la cifra que indica que el 46% de personas cuenta con vivienda propia, pues quienes arriendan son aquellas familias que no tienen recursos; hablamos, entonces, de personas de clase popular”.

El investigador universitario  mencionó que la clase media quiteña aumentó en la última década.

Añadió que en el último estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco Mundial (BM) se menciona que este sector social en Latinoamérica se fortaleció y que Ecuador es una muestra.  

En la zona donde hay mayor número de arrendatarios (Centro Histórico), la mayoría de esas personas proviene de otras provincias, sobre todo del sur del país.

Así, es común observar, por ejemplo, en el barrio de San Roque, que en viviendas antiguas o patrimoniales habitan familias indígenas o campesinos, cuyos miembros se dedican al comercio de productos agropecuarios que obtienen de sus lugares de origen.

José Pilataxi (47), oriundo de Guano (Chimborazo) y quien vive en la calle Rocafuerte, comentó que habita en el sector hace 3 años y que llegó a la capital con sus 3 hijos, su esposa y la familia de su hermano, que está conformada por otras 3 personas.

Según el comerciante, el valor del arriendo en la zona va acorde con sus posibilidades económicas, pues por dos cuartos, que funcionan como dormitorios y cocina, pagan alrededor de $ 98.     

El valor de los arriendos en la capital varía de acuerdo al sector, pues los más altos se pagan en el sector norte y en los valles, donde pueden  ser entre $ 200 y más de $ 2.000.

En la página web www.plusvalia.com se hallan rentas de departamentos en los sectores La Carolina, El Bosque o el valle de Tumbaco que van desde $ 850 hasta $ 3.000.

Eugenia Elizalde (32) alquila un departamento en el sector de la intersección Eloy Alfaro y Granados (norte).

Su departamento es amoblado y los servicios básicos. Ella vive con una compañera de universidad y pagan mensualmente $ 400.

Eugenia mencionó que le parece que el valor es adecuado para el sector, aunque también hay departamentos en la zona por los que se paga entre $ 650 y $ 900.

Los lugares de la capital que registran mayor precio de arriendo son La Carolina, González Suárez y Tumbaco.

Mientras que en barrios del extremo norte o del extremo sur, por su ubicación y acceso a servicios, el valor del alquiler disminuye y hay departamentos desde $ 120.

El rubro cambia tanto en el sur como en el Centro Histórico, pues la renta de casas y apartamentos en el centro de la ciudad, por ejemplo,  pueden ir desde los $ 100  hasta los $ 300.

En barrios del sur de la capital, según la página de bienes y raíces www.ecuador.vive1.com, los arriendos oscilan entre $ 80 y $ 1.200.

Con respecto al tema Hermel Flores, extitular de la Cámara de la Industria de la Construcción de la capital, mencionó que el valor de los arriendos depende de varios factores, como la ubicación del inmueble, el tamaño, tipo de edificación, acabados, entre otros.

Puso de ejemplo que arrendar un departamento de 100 metros cuadrados en el sector La Carolina, cuesta aproximadamente $ 700.

Indicó, además, que la oferta de vivienda en la ciudad ha crecido sobre todo para la clase media y de ingresos altos de la capital, de forma paralela al aumento de la capacidad adquisitiva de los quiteños.

Añadió que “lamentablemente” es baja la oferta de vivienda para los sectores populares de la capital.

Los 2 expertos consultados mencionaron que Quito necesita más proyectos de vivienda popular, para que no se repitan invasiones como las que ocurrieron en la década del 80 con el caso de Pisulí, Atucucho, La Roldós y una década antes El Comité del Pueblo.

Juan Paz Miño, historiador, precisó que las invasiones de aquella época fueron causadas, en parte, por la escasez de proyectos de financiamiento para vivienda.

Paz Miño dijo que esta situación provocó, por un lado, la tugurización (crear lugares en condiciones precarias) del Centro Histórico y la formación de asentamientos irregulares. Los moradores de dichos sectores eran, sobre todo, migrantes de provincias del sur de Ecuador.

El excronista de la ciudad comentó que, en las décadas del 70 y 80, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) otorgó créditos hipotecarios para construir viviendas y así nacieron los barrios   San Carlos, la Quito Sur y su similar en el norte de la urbe.