Dos terrenos baldíos generan malestar en un barrio del sur
Los moradores del barrio 19 de Febrero, en el sur de la ciudad, han pedido durante 15 años la pavimentación de la calle Borbón, contigua al estadio de Aucas. Según cuentan los vecinos, el Municipio se ha comprometido a iniciar la obra en agosto próximo.
El barrio se asentó a fines de los años 80 y desde entonces los moradores han luchado por conseguir todos los servicios básicos. No se trata de un barrio ilegal y actualmente cuentan con agua potable, luz eléctrica, alcantarillado, teléfono y televisión por cable. Incluso a unas cuadras está la sede de una universidad privada, un colegio municipal y otro fiscal.
El barrio está ubicado entre la calle Alberto Spencer y la avenida Rumichaca, por donde a diario circulan miles de vehículos, incluso por la cercanía al centro comercial Quicentro Sur. Todas las calles transversales están pavimentadas, a excepción de las tres cuadras que comprenden la calle Borbón, ubicada detrás del colegio Miguel de Santiago.
La dificultad surge porque en medio del barrio se encuentran dos terrenos baldíos, que al momento están convertidos en basureros. Los vecinos cuentan que por iniciativa propia construyeron las aceras y bordillos de sus casas, sin apoyo municipal, pero en aquella zona no han logrado intervenir.
Cleotilde Morejón vive ahí desde hace 11 años y cuenta que hace más de dos pidieron a las autoridades que se pavimente dicha calle, pero aún no reciben respuesta. Según los moradores, nadie conoce el nombre de los propietarios de esos terrenos y “por eso no se puede hacer nada”.
Uno de los representantes del comité promejoras del barrio explicó que ante la ausencia de esos propietarios no les era posible llegar a un acuerdo con la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), a través del proyecto 50/50, en donde la comunidad contribuye con el 50% del costo de la obra.
Sin embargo, hace unos seis meses cada propietario de una vivienda canceló cerca de 750 dólares para cubrir el monto de la pavimentación y ahora esperan que los trabajos empiecen en la fecha acordada.
En el sector se han instalado varios negocios, principalmente mecánicas, comercializadoras de repuestos y lubricantes de vehículos, y lavadoras de autos (incluso de transporte pesado).
Patricio Chiluisa, trabajador de una mecánica, cuenta que en época lluviosa la calle se convierte en un lodasal y el agua ingresa a los negocios. “Los clientes se quejan porque no pueden entrar debido al mal estado de la vía”, comenta el hombre, mientras que en época seca se generan grandes polvaredas que enferman a los niños. Por esa ruta transitan autos del personal del colegio y el transporte escolar.
El problema se agrava después de los partidos de fútbol, pues se forman aglomeraciones. Los terrenos baldíos son aprovechados para arrojar desperdicios y otros, más avezados, orinan en los alrededores, lo que genera olores desagradables.
Por las noches, en cambio, es inseguro caminar por el sector. Luis Chasipanta, vecino, asegura que muchos corren el riesgo de ser asaltados por lo desolado y oscuro de la zona, pues carece de alumbrado público.
Quienes están más expuestos a esa clase de peligros son los alumnos del colegio, pues varios utilizan esa vía. Los moradores piden a las autoridades que intervengan con la limpieza del sector y la dotación de luminarias, pues está previsto que los trabajos de pavimentación inicien en dos meses.
No obstante, la Epmmop señaló que los encargados de priorizar esas obras en los barrios son las administraciones zonales.