De forma paulatina, la terminal terrestre de Quitumbe (sur de Quito) se llenaba de viajeros la mañana y tarde de este jueves 13 de abril. La demanda se debe a los tres días de feriado por Semana Santa.

Los turistas empezaron a llegar desde las 08:00, pero la afluencia se incrementó a las 12:00. En el área de los destinos de la Costa se observaron largas filas de personas con la intención de comprar un boleto para los destinos de Santo Domingo de los Tsáchilas, El Carmen, Manabí, entre otros. En esta terminal operan alrededor de 5.000 unidades de buses que tienen rutas a escala nacional.

De acuerdo con estimaciones de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), alrededor de 160 mil pasajeros se movilizan en estas fechas.

Hasta el mediodía, algunas operadoras que se dirigen a varios puntos de Esmeraldas y de Manabí informaron que se acabaron los pasajes. Algunos ciudadanos indicaron que debido a la situación, tenían que hacer transbordo. 

Los usuarios reconocieron que la venta de pasajes se realiza con rapidez, aseguró Silvana Castillo, quien llegó con sus cuatro hijos para viajar hacia Santo Domingo y así visitar a la familia.

Algunos usuarios se quejaron de que no hubo facilidades para los menores de edad. Esa fue la inquietud de Cecilia Ojeda, quien tenía como destino Quevedo (Los Ríos). Su queja fue que al llegar a la boletería le indicaron que no había pasajes para menores de edad.

La mujer iba con sus cinco hijos. La ciudadana explicó que los pasajes para los menores de edad se venderían a partir de las 14:00, pero ella tenía que salir antes del mediodía. Por ello, se vio obligada a comprar boletos para los niños a precio de adulto. "Es terrible que nos pongan ese obstáculo".

En las ventanillas de los destinos de la Sierra, el panorama fue distinto. Las filas eran más cortas en comparación con las ciudades del Litoral. De acuerdo con los reportes de los vendedores, los sitios más concurridos son: Latacunga, Riobamba, Ambato, Tulcán y Baños.

Este último punto causó interés en los visitantes extranjeros. Ese fue el caso de Marielo Talvaro, ciudadano colombiano que decidió viajar a esta ciudad. El hombre contó que muchos amigos le recomendaron el lugar por sus maravillosas cascadas.

Con esa misma intención llegó Elin Lassmark, originaria de Suiza, quien adquirió su boleto junto con seis amigos. "Hemos escuchado muchas cosas bonitas de este lugar. Ahora queremos conocerlo", expresó.

Erika Silva, vendedora de la Cooperativa Amazonas, no se mostró preocupada por la poca afluencia de viajeros en las primeras horas del día. Ella aseguró que la demanda es más fuerte a partir de las 16:00. "Es cuando la gente sale de sus oficinas", reiteró. (I)