Alrededor de 8 horas permaneció cerrado ayer un tramo de la carretera Panamericana debido a un deslave ocurrido en el tramo entre los sectores Oyacoto y Guayllabamba.

El alud no puso en riesgo a ninguna persona pues en el momento que ocurrió (alrededor de las 07:45) ningún vehículo circulaba por la zona del kilómetro 8, cerca al peaje, donde ocurrió el percance.

Tras el hecho, las autoridades locales suspendieron el paso desde el kilómetro 4 proveniente de Quito, por lo que se formaron extensas filas de automotores cuyos ocupantes buscaban llegar a diferentes puntos de la Sierra Norte.

Los trabajos de retiro del material estuvieron a cargo de maquinaria y personal de la constructora Herdoíza Crespo y tomaron más de lo previsto. Cuatro volquetes, una pala mecánica y 2 retroexcavadoras intervinieron el lugar.

En un inicio se preveía que se reanudaría el tránsito alrededor de las 13:00. La vía fue habilitada cerca de las 16:00. Pero hasta la noche, en el sitio exacto en el que ocurrió el deslizamiento solo era posible la circulación vehicular de manera alternada en sentido sur-norte y viceversa.

Personal de la compañía aseguró que el alud ocurrió debido a la rotura de un tramo de la malla de triple torsión colocada en los taludes de la zona para estabilizarlos. A pesar de esta situación, de acuerdo con el personal, si no hubiese estado colocada la malla, la situación hubiera sido peor.

En agosto pasado, los sismos en Quito, cuyo epicentro fue el sector Oyacoto, debilitaron las laderas que rodean a la Panamericana, causando deslaves y la interrupción del tránsito aproximadamente 4 meses.

En ese intermedio, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) intervino la zona para asegurarla y evitar otros deslizamientos. Parte de los trabajos fue, justamente, la colocación de mallas de protección.

El cierre obligado de la vía afectó gravemente los ingresos de los habitantes de la parroquia Guayllabamba, cuya economía se sustenta en buena parte por el dinero que obtienen del paso de los viajeros ocasionales y turistas.

Uno de los lugares más afectados fue el zoológico que funciona en el sector, pues se solventa de la venta de boletos de quienes llegan. Varias campañas se hicieron para apoyar a ese espacio.