Descanso y deporte en carnaval
La falta de dinero o el simple deseo de descansar cerca de sus hogares fueron los motivos para que cientos de quiteños decidieran quedarse en la ciudad durante este feriado.
Uno de los espacios que contó con mayor concurrencia fue el Parque Metropolitano Guangüiltagua, considerado como el principal pulmón de Quito por su extensión de 570 hectáreas.
En promedio, cada fin de semana, sus verdes y amplios prados son explorados por alrededor de 30 mil visitantes. Sin embargo, en el feriado la cifra se duplicó.
Los espacios verdes ayudan a los campistas a dejar atrás el estrés. Así lo cree Daniel Sánchez, quien llegó hasta el parque para respirar aire puro. “La congestión que causa la fiesta de carnaval es perturbadora”, comentó. Por eso llevó a su hija Nina (16 años) y a su esposa Carmen Valverde para descansar al aire libre. Juntos levantaron una carpa azul y desde ahí se divirtieron viendo jugar y correr a su cachorrita Candy.
Daniel no fue el único que llevó a pasear a su mascota. Alejandra Guillén fue bien acompañada de su “mejor amiga”, Juana, una perrita que vive en la familia desde hace 9 años. Estos días los ha aprovechado para sacarla a dar una vuelta.
Los deportes son otra actividad que practican los capitalinos. Ya sea en familia o en grupo de amigos. La gente llega desde temprano para “ponerse en forma”. Muchas personas llegan bien abrigadas porque generalmenta las mañanas son frías. El fútbol, básquet o voleibol son los deportes que se realizan con mayor frecuencia en este lugar.
Carlos Domínguez, acompañado de unas 20 personas (amigos y familiares), disfrutó un partido de fútbol en una de las pequeñas canchas del área recreacional, ubicado al noroccidente de Quito.
En cambio, otras familias pensaron en satisfacer al paladar y preparar un buen festín. Para ello el parque cuenta con 16 parrillas para preparar asados. Hace una semana, Juan Ochoa reservó por teléfono un espacio para cocinar con sus familiares y amigos. Equipados con carnes y embutidos, Juan y su esposa Lilian Álvarez colocaron las presas en la hornilla. El llamativo olor se sintió a lo lejos. Luego de varios minutos sirvieron la parrillada a todos los invitados.
Otras personas fueron más prácticas y llegaron a un puesto de comidas que ofrece chochos, sánduches, helados... El ciclista Pedro Salamea (17 años) prefirió refrescarse con una gaseosa, luego de haber recorrido la ruta del parque, que tiene una extensión de 13 kilómetros.
Deporte, diversión y arte
Otro de los parques visitados por los quiteños en este feriado fue el de La Carolina, ubicado al norte de la ciudad. Su pequeña laguna y los “cevichochos”, que es un plato típico que se vende a la orilla, son los puntos de referencia para miles de visitantes que se distraen al recorrer sus instalaciones.
En este sitio recreacional, los deportes también son una actividad muy connotada. Jorge Aulestia, con sus casi 20 familiares que llegaron de Santo Domingo, contó entusiamado que se divirtió jugando fútbol en un pequeño espacio verde porque el resto de las canchas estaba ocupado. La comida tampoco fue problema, ya que ellos llevaron su propio refrigerio.
Los que no se recrearon en el parque tuvieron la oportunidad de ver una muestra que se instaló en el bulevar de las Naciones Unidas, denominada “Máscaras andinas”, realizadas por 10 escultores nacionales. La exhibición estará hasta marzo próximo.
La exposición llamó tanto la atención que los turistas se dieron tiempo para tomarse una foto junto a una de las máscaras de poco más de metro y medio por dos de ancho. En su mayoría son máscaras de payasos y diablos que representan la cosmovisión andina que refleja la cultura milenaria en estos días de carnaval. Son 35 máscaras en total.