Culmina un quinquenio de impulso a la educación municipal

Henry Maldonado Cruz es un atleta quiteño de 14 años, nacido en el barrio La Magdalena (sur). Entre sus triunfos deportivos está el haber sido campeón nacional en 120 metros planos y 80 metros vallas en 3 ocasiones; también obtuvo los títulos a escala cantonal 2 veces (2012 y 2013); además, ha dominado 3 especialidades durante 2 años en las competencias colegiales de la ciudad.

Henry, estudiante del colegio municipal José Ricardo Chiriboga, atribuye estos logros a la dedicación y constancia que aplica en cada entrenamiento y al apoyo de su madre y su padrastro.

Cuenta que su preparación atlética se desarrolla en la pista Los Chasquis de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP) pues el plantel en que estudia aún no cuenta con espacios de entrenamiento como los que él requiere.

Pero el caso del José Ricardo Chiriboga, al igual que el de algunos otros establecimientos escolares municipales, se constituye en una excepción frente a la creación y mejoramiento de las instituciones de su tipo ejecutadas durante la administración municipal que concluye.

Un ejemplo de ello fue la construcción de la Unidad Educativa de Calderón, en el barrio Julio Zabala (norte) a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), planificada para brindar educación de calidad, ofrecer servicios eficientes para miles de estudiantes.

Y para ello, esa institución cuenta con instalaciones como por ejemplo: plaza pública, auditorio multiuso, piscina, canchas, pista de atletismo y una biblioteca, las cuales están pensadas para ser utilizadas por los habitantes de los alrededores luego de las jornadas de clases.

“El mayor patrimonio que puede dejar un padre es la educación de sus hijos”, repite constantemente el alcalde Augusto Barrera cuando se refiere al trabajo desarrollado durante los pasados 5 años en esta materia.
Y el Burgomaestre capitalino suele añadir: “Creo de manera particular que se debe aspirar a que los ingenieros, los científicos y los grandes profesionales salgan de los planteles municipales…”.

Por ello ha dicho, en más de una ocasión con inocultado orgullo sobre el plantel creado en Calderón, que está seguro de haber inaugurado la mejor y más moderna infraestructura educativa del Ecuador y recuerda frecuentemente que esta cuenta con fibra óptica, calentadores solares, biblioteca virtual, etc.

En el otro lado está el caso del tradicional colegio Sebastián de Benalcázar, donde se han establecido estándares educativos internacionales con buenos resultados.

Raúl Gordón, su rector, señala que “el porcentaje de estudiantes que obtuvieron el Diploma de Bachillerato Internacional fue del 17,78%; los alumnos con diploma Internacional alcanzaron el 2,22% en diplomas bilingües y un 80% obtuvo certificados”.

Como parte del trabajo previo para alcanzar esos niveles, Gordón menciona que “se ejecutaron programas de capacitación a nivel nacional e internacional con el fin de que los docentes se familiaricen con asignaturas y puedan aplicar eficazmente toda la normativa de  Organización de Bachillerato Internacional (OBI)”.

Dentro de este proceso, la infraestructura de la Escuela Municipal Oswaldo Lombeyda y del Centro Educativo Emilio Uzcátegui también fue mejorada con la inversión de más de $ 370 mil.

DATOS:

En la edificación y equipamiento de la Unidad Educativa Municipal Calderón se invirtieron alrededor de $ 10 millones.

El establecimiento cuenta con aproximadamente 73 docentes y atiende a 1.640 estudiantes en jornada matutina y 1.042 estudiantes en jornada vespertina (fiscal). También se educan 217 personas en el sistema Ciclo Básico Acelerado (CBA).

El Municipio donó un terreno valorado en $ 3 millones para la instalación de la Unidad Educativa del Milenio.

El Gobierno Central entregó una cantidad similar para su construcción.

El mejoramiento de la infraestructura de la escuela Oswaldo Lobeyda requirió más de $ 360 mil, mientras en el Centro Educativo Emilio Uzcátegui se invirtieron $ 11 mil.

Fotos: Cortesía de la Presidencia de la Presidencia de la República