Carros alegóricos, comparsas, baile y -sobre todo- la participación de moradores y gestores culturales del Centro Histórico, caracterizaron al Corso de Carnaval 2020, que recorrió la calle Venezuela, desde la Caldas hasta la calle Loja.

Monserrate Cevallos, psicóloga de profesión y coordinadora de este evento por sexto año consecutivo, explicó que quienes habitan en este espacio patrimonial quieren ofrecer una alternativa turística en la capital.

Desde 2014, dirigentes de barrios como El Panecillo, San Sebastián, 24 de Mayo, entre otros, se organizan para presentar el desfile cada lunes de carnaval.

Lo más lindo de esto, comenta Monserrate, es cómo la gente se apropia del espacio y cada uno contribuye en lo que está a su alcance.

Comparsas, parlantes y vehículos para la música, refrigerios, agua, cada uno pone su granito de arena para dinamizar la economía del Centro Histórico, en uno de los feriados más largos del año.

Este 2020 tuvo un significado especial ya que, en una Asamblea del Concejo Metropolitano se reconoció e institucionalizó el Corso del Carnaval de Quito.

Grupos de exbastoneras de distintos colegios como el Experimental Amazonas, Consejo Provincial de Pichincha, Santa Dorotea, Gran Colombia, entre otros desfilaron regalando sonrisas a los presentes.

Gabriela Carrera, instructora del grupo de egresadas del Colegio Gran Colombia, cuenta que no es la primera vez que participan en un evento similar.

Nos organizamos como grupo de egresadas hace cuatro años. Armamos las coreografías y las practicamos de 2 a 3 meses y estar listas para eventos como este, cuenta Gabriela.

  El lunes, 3.500 personas de diferentes instituciones públicas y privadas recorrieron este Patrimonio que, en palabras de Monserrate, “muere” durante feriados tan extensos.

“Es importante que la gente venga y participe de las actividades que se organizan en el Centro Histórico para dinamizar su economía y a las familias que dependen de él”, añadió. (I)