José Luis Guijarro, gerente de Obra Civil del Consorcio Línea 1 – Metro de Quito, anunció que en las 15 estaciones del sistema han concluido la fase de obra “gris”.

La parada La Pradera, ubicada en el centro-norte de Quito, fue la última en la que concluyeron esta fase de las obras. En las restantes, se instalan los elementos que constituyen los acabados.

Se coloca en cada estación paneles que sirven como revestimientos de pared. Esta panelería, según el consorcio constructor, ha sido sometida a más de 70 agentes externos en sus pruebas de calidad, asegurando así que está protegida contra actos vandálicos.

Cada sitio de arribo y partida de pasajeros tendrá un color distintivo. Además se pintan los techos de las paradas con un recubrimiento alemán, que no requiere mucho mantenimiento y duraría 40 años sin problemas.

Por otra parte, hay “más de 28 kilómetros de vía completamente colocada”, con lo que se espera cerrar el año en torno de los 30 kilómetros.

La vía del Metro incluye 45 kilómetros en total, por lo que se cierra 2018 con el 70% de la vía montada. A nivel general, la construcción del sistema de transporte registra un avance del 80%.

La operación del Metro está prevista para finales del próximo año.

Está pendiente la licitación del sistema electrónico de recaudación que, de acuerdo con la planificación municipal, se utilizará también en el transporte urbano convencional y en los corredores municipales. Además se deben reorganizar las rutas y frecuencias de los buses de transporte público para que complementen el funcionamiento del tren subterráneo.

El 6 septiembre llegó a Quito el primero de los 18 trenes que transportarán a un promedio de 400.000 pasajeros diarios.

La velocidad de los vehículos será de 40 kilómetros por hora (km/h), aunque pueden llegar a los 100 km/h, y conectarán los 22 kilómetros de la ruta en 34 minutos. (I)