El Concejo capitalino se reunió ayer para recibir un informe sobre la explosión ocurrida la noche del 24 de diciembre en el restaurante ‘Nuevo Toronto’.

El hecho, ocurrido en el norte de Quito, dejó como saldo dos fallecidos y más de una decena de heridos.

El comandante del Cuerpo de Bomberos, Eber Arroyo, ratificó ante los ediles lo que ha dicho en los últimos días.

Señaló que el informe de la Unidad de Investigación de Incendios determina que la deflagración se suscitó por una central clandestina de nueve tomas que utilizaban gas doméstico, que estaba totalmente cubierta por una pared, en el segundo piso.

El uniformado insistió en que estas modificaciones no fueron informadas a los bomberos, como exigen la ley.

Arroyo recordó que el restaurante había sido inspeccionado en el año 2016 y 2017 y que en dichos controles no se encontraron novedades con las instalaciones reportadas. (I)