Cinco viviendas serán demolidas en Turubamba y otras serán reforzadas
“Es difícil salir de la casa donde uno creció”, comenta Wilson Montenegro. Su vivienda, ubicada en el barrio Turubamba Alto (sur de Quito), corre el riesgo de colapsar porque el terreno está cediendo.
Un estudio de suelo realizado en el sector evidenció que las casas están asentadas sobre acuíferos y un área pantanosa. Y que cerca de 250 viviendas de Turubamba, El Comercio y Solanda, estarían con problemas de hundimiento y rajaduras en las paredes.
El Municipio empezó la semana anterior a inyectar hormigón en el suelo del área afectada. Las viviendas se encuentran frente al Registro Civil de Turubamba. “Este es el plan piloto. Después continuaremos con las otras viviendas”, aclaró César Andrade, administrador de la Zona Eloy Alfaro.
Hace cerca de dos años las casas empezaron a presentar grietas y rajaduras. Cinco viviendas fueron las más afectadas y están a punto de colapsar. Los propietarios y arrendatarios fueron desalojados y reciben, por parte de Municipio, 146 dólares mensuales para que paguen el arriendo.
En esos domicilios se colocó un aviso sobre los riesgos del inmueble, que no es mitigable. Según Andrade, eso fue necesario para evitar que las pandillas ocupen los sitios para cometer fechorías. La propietaria de la vivienda contigua a la número 14, que será derrocada, pide que lo hagan pronto porque “se está yendo encima de la mía”, explicó.
En el siguiente pasaje, en la casa S-26 H, el propietario cuenta que la casa tiene más de 30 años de construcción y que después de la edificación del colector en la avenida Teniente Hugo Ortiz se presentaron fisuras en la pared. Recientemente el vidrio de una de las ventanas se reventó, producto del hundimiento.
Ellos esperan que las medidas tomadas por el Municipio refuercen el suelo del sector. Y piden a las autoridades que tome medidas con referencia a los vehículos pesados que transitan por el lugar.
En la calle Malvas, barrio El Comercio, hay una empresa ferretera y una lavadora de carros. “Los camiones pasan todo el día y cuando cruzan por la calle mi casa tiembla”, cuenta Mauricio López, morador del sector.
Otro de los problemas que les preocupa a los moradores es que la construcción del nuevo sistema de transporte subterráneo, Metro de Quito, debilite más las estructuras de sus viviendas.