Año y medio ha pasado desde que el alcalde Mauricio Rodas presentó su ‘Visión de la Movilidad 2015-2030’ para la ciudad.

Entre los 16 puntos del plan se incluían dos elementos relacionados con movilidad alternativa: modernización del sistema de bicicleta pública y su extensión hacia el sur. Lo primero significaba la automatización del sistema municipal de préstamo de vehículos (BiciQuito), creado en 2012, y la introducción de bicicletas eléctricas.

Hasta el momento solo la segunda de esas propuestas se hizo efectiva. Desde abril, 150 ‘bicis’ con ayuda del pedaleo (300 compradas) están disponibles en las estaciones de BiciQuito.

En tanto, el 30 de agosto, la Secretaría Metropolitana de Movilidad publicó un nuevo proceso licitatorio para la automatización del sistema en el portal del Servicio de Contratación Pública (Sercop).

Un procedimiento similar fue declarado desierto por la Municipalidad el 27 de enero de este año.

El presupuesto referencial que maneja el Cabildo para la transformación del actual registro manual a uno automático es $ 3,8 millones. Mientras que la extensión del sistema hacia el sur y la creación de nuevas ciclovías en esa zona de la ciudad no ha registrado ningún avance hasta el momento.

El Alcalde se refirió al tema la semana pasada, durante su programa radial de los miércoles. Dijo que se preveía que el sistema llegara hasta el sector de la av. Michelena, en el barrio El Pintado, hasta finales de este año.

Patricio Ubidia, concejal de Alianza PAIS (AP) e integrante de la Comisión de Movilidad del Concejo, señaló que espera que las propuestas del alcalde Rodas en movilidad alternativa se concreten. Sin embargo, el edil considera que la actuación de la administración municipal ha sido ambivalente en este tema.

Se refirió, por ejemplo, al replanteamiento de algunas de las ciclovías de la ciudad ejecutado por la Alcaldía a pocos meses de que Rodas asumiera el gobierno local. En agosto de 2014, una comisión municipal estableció cambios en aproximadamente cuatro kilómetros de ciclorrutas.

Las modificaciones debían realizarse en tramos de las calles Ulloa, Cordero, Veracruz, Vozandes, 10 de Agosto e Isabel la Católica. En la primera de esas vías, la Municipalidad eliminó la vía exclusiva para ciclistas y la convirtió en una ruta compartida con vehículos. En tanto, en el carril occidental se establecieron áreas para el estacionamiento de motorizados.

En aquel momento, el entonces activista Diego Puente dijo que el Cabildo se había comprometido a convertir los carriles compartidos en zonas de circulación hasta 30 kilómetros por hora (km/h).

Aquello no ocurrió y Puente se convirtió en funcionario de la Secretaría de Movilidad. El 31 de marzo pasado renunció por un supuesto conflicto de intereses.

Ubidia ejemplificó también que en la reforma de presupuesto planteada por la Alcaldía, que hoy se debate por segunda ocasión en el Concejo, la movilidad alternativa tiene una reducción de $ 400.000. (I)