Centro de Quito intransitable por las compras navideñas
"Caminar por el centro histórico de la ciudad es toda una aventura para las personas que queremos comprar los regalos de Navidad", comentó ayer molesto Fernando Castillo, empleado privado, quien llegó la mañana de ayer al Centro Comercial La Merced para adquirir los obsequios para sus dos hijos.
En un recorrido efectuado por Diario El Telégrafo, se pudo constatar que el ambiente previo a la Noche Buena y la Navidad son la causa de congestión vehicular en los sectores comerciales de la capital.
Miles de personas se congregaron ayer en más de 2.500 locales que pertenecen a los cuatro centros comerciales del ahorro, también conocidos como los BBB (Bueno, Bonito y Barato).
Los pasillos del centro comercial Ipiales (ubicado en las calles Imbabura y Chile) resultaron angostos ante la demanda de los capitalinos. Incluso en los locales medianos había hasta 10 personas (su capacidad normal es de seis) que se aglomeraron para adquirir productos como ropa, zapatos, juguetes y electrodomésticos.
Rosario Herba es propietaria de un local de calzado desde hace dos años. Ella no ocultó su emoción ante la alta demanda. La comerciante aseguró que las ventas se incrementaron desde este viernes. "Lo que más se vende son zapatos para niño y mujer. La mayoría de veces vienen las madres y eligen un par, que les regalan sus esposos", comentó.
En los exteriores de los BBB, la congestión y la aglomeración de personas también fue recurrente. Tanto así que los parqueaderos Cadisan y Nuevo Amanecer cerraron sus puertas porque llegaron a su límite. Por eso varias personas decidieron estacionar sus autos en la avenida Hermano Miguel o en el parqueadero Montufar, en la Marín. "Todos los años es lo mismo, uno no puede caminar tranquilo, porque le golpean con las fundas, le empujan, los niños lloran o se pierden, esto es ya tradicional en esta época", comentó indignado Diego Ronquillo, de 32 años, quien salió con su esposa e hija a comprar los presentes para su familia.
El panorama no disminuyó al llegar la tarde. A las 13:00, la avenida Velasco Ibarra, en sentido norte-sur continuaba con un tráfico pesado. Esto se pudo observar especialmente en el sector del Playón de la Marín y en el redondel de la exterminal Cumandá. Las filas de vehículos eran tan largas que les demoraba hasta ocho minutos para avanzar entre cuadra y cuadra.
El panorama cambió en el sector sur de la capital ya que el ambiente de compras fue un poco más liviano. En los pasillos de los centros comerciales de El Recreo y Quicentro Sur, la gente podía caminar más libremente y el tráfico tenía mejor circulación. Así se pudo ver en las avenidas Maldonado y Morán Valverde, en donde los vehículos traficaron con mayor velocidad. De igual forma, ambos parqueaderos de los establecimientos comerciales pudieron cumplir con la demanda.
