Cabildo compite con Gobierno en atención a niños
Desde hace 7 años el Gobierno Nacional estableció como una de sus políticas prioritarias la atención integral a los menores de edad del país, entre ellos a los niños de 0 a 5 años. Dichas políticas se han visto reflejadas en la creación de los Centros Infantiles del Buen Vivir (CIBV), de los que se han construido 2.200 a escala nacional desde 2012 hasta la actualidad.
El proyecto, ejecutado por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), establece a los CIBV son lugares especializados en el cuidado, atención y educación de niños de 0-3 años; cada uno atiende a un promedio de 40 infantes.
Según datos del MIES, en el Ecuador existen 1 millón 200 mil niños de 0 a 3 años, de los cuales 600 mil se encuentran en estado de vulnerabilidad. Por ello, la secretaría de Estado atiende a 300 mil niños en esas condiciones, a través de 2 proyectos: los CIBV y el programa Creciendo con Nuestros Niños.
Los centros atienden actualmente a 100 mil niños en el Ecuador, mientras que el segundo programa acoge a 200 mil. Los CIBV abren sus puertas durante 8 horas, los 5 días de la semana. En ellos, los niños toman 4 alimentos diarios, cuentan con espacios de recreación y reciben estimulación psicomotriz, según la titular del organismo estatal, Betty Tola.
Varias instituciones del Gobierno Nacional intervienen en el programa entre ellas los ministerios de Salud y de Educación. El presupuesto para la implementación de dichos espacios alcanza los $ 40 millones de los más de $ 700 millones que recibió el MIES en el transcurso de los últimos 2 años.
En el caso del Distrito Metropolitano se han construido 265 de esos centros, con especial énfasis en el sur, donde hay 104 de ellos, seguido del norte (89) y del Centro Histórico (65).
De acuerdo con la ministra Tola, de esa manera se ha atendido a 14 mil niños en estado de vulnerabilidad, de los 20 mil infantes que vivirían en esas condiciones en el Distrito Metropolitano.
De forma paralela, la actual Alcaldía de Quito, a través del Patronato Municipal San José, viene implementando desde hace unos 120 días el proyecto de educación inicial Guagua Centro, con parecida finalidad a la del programa de los CIBV. Hasta el momento, el Cabildo ha entregado 11 centros ubicados en los sectores de Pisulí, la Kennedy, Llano Grande, Atucucho, San Roque, y La Comuna, en el norte; La Magdalena y Caupicho, en el sur; San Roque y Santa Clara, en el Centro Histórico y Puembo en los valles.
El plan fue uno de los primeros ofrecimientos realizados en funciones por el alcalde Mauricio Rodas y su esposa María Fernanda Pacheco, titular del Patronato. El anuncio lo realizaron en un acto efectuado en el Parque Bicentenario, el día de la posesión en el cargo, en el que comunicaron que abrirían 10 centros de desarrollo infantil comunitario en sus primeros 100 días al frente de la ciudad.
El primer Guagua Centro fue entregado el 31 de julio pasado en la parroquia rural Puembo (este). El espacio fue adaptado en una de las aulas de la escuela del lugar y actualmente recibe a 20 niños, según Noé Godoy, vocal de la Junta Parroquial del sector.
“No nos tomaron en cuenta para la inauguración del centro y tampoco nos explicaron por qué no nos convocaron. Creo que el servicio es positivo para la comunidad, pero ya tenemos un CIBV que acoge a 70 niños. Pienso que el Cabildo debe observar mejor en qué sitios se necesitan estos centros, para priorizar su ubicación. Por ejemplo, me parece que en el sector del Chiche hubiera sido más efectivo el establecimiento del lugar”, afirmó Godoy.
Sobre ese tema, Pacheco aseguró en una entrevista concedida a Radio Visión la última semana de julio que para elegir los sitios donde se ubicarán los lugares de atención infantil se tomarán en cuenta factores como la densidad poblacional y la vulnerabilidad del público objetivo y que se privilegiarían zonas donde no existan proyectos similares.
No obstante, en Llano Grande, donde también se abrió un espacio de cuidado infantil municipal, existe desde 2012 un Centro Infantil del Buen Vivir gubernamental.
Del mismo modo, varios Guagua Centros fueron adaptados en infraestructuras ya existentes. Ese es el caso de Pisulí (noroccidente), donde el espacio fue instituido en la casa barrial, según comentó Leonardo Cuesta, presidente de ese sector. Del mismo modo, en Llano de Grande (oriente), el inmueble utilizado pertenecía a la junta parroquial del sector.
Otro ejemplo es el espacio creado en La Magdalena, que funciona en una casa rentada por el Cabildo a la que se dotó de elementos para la atención de los menores. En una visita realizada a ese sitio se encontró en la primera planta una sala con sillas pequeñas y varios juguetes; en el segundo piso había habitaciones pequeñas en las que se habían colocado mesas, sillas, alfombras y estaban establecidas como aulas de lenguaje y desarrollo matemático. En otro cuarto existían 6 colchones, en un espacio destinado a dormitorio de los niños. El inmueble cuenta con un baño.
Según el cronograma del Patronato, hasta fines de 2014 se prevé que operen en el Distrito 20 centros de desarrollo infantil comunitario en total y 200 hasta 2018.
Pacheco afirmó en una entrevista al canal Telerama, que los Guagua Centros tienen 3 objetivos básicos: paliar la desnutrición en el cantón, facilitar el uso y acceso a la tecnología por parte de los niños y cambiar la cultura respecto al trato que se les da a los menores de edad.
Algunos padres de familia se mostraron contentos con el proyecto pues —dijeron— les facilita el cuidado de sus hijos. Así, Verónica Pachacama, moradora de Pisulí, indicó que el centro le resulta de gran ayuda ya que por sus horarios de trabajo no encontraba quién cuidara a su hija. La mujer indicó que el lugar es limpio y que las profesoras son organizadas, aunque por el momento solo reciben a los niños hasta las 10:00 y que esto obedecería —según le habrían comentado— a razones de acoplamiento de los pequeños.
Por otro lado, Blanca Espinosa, moradora del mismo sector, reclamó que quiso inscribir a su hija de 3 años y 5 meses pero que la solicitud fue negada. La mujer no entendía la respuesta de los responsables de que solo se recibían a chicos de 0 hasta 3 años. Sin embargo, Blanca mencionó que el Guagua Centro es “un lugar decente” para la educación de los niños y creía que era la primera institución de este tipo que funciona en el sector. Espinosa desconocía la existencia del Centro Infantil del Buen Vivir Caminando al Futuro.
El Municipio destina $ 162,50 mensuales para cada niño incluido en el programa, los cuales se invierten mediante un sistema de becas que ofrece el Patronato.
La contraparte gubernamental, también gratuita, plantea el desarrollo de los niños a través del apoyo de varias entidades estatales y apuesta por la continuidad del aprendizaje en la casa, involucrando en los proyectos a los padres.
La Ministra de Inclusión Económica y Social señaló que el Gobierno toma en cuenta 3 aspectos para asegurar el desarrollo de los niños; uno es la calidad del servicio, que implica borrar el concepto de guardería a través de la incorporación de profesionales en parvularia.
El segundo eje tiene que ver con que la infraestructura se acople a los requerimientos de los niños, a sus necesidades y a su comodidad.
Además, se hace hincapié en la citada participación plena de los padres de familia y el trabajo coordinado con los mismos.
“Es necesario y fundamental que se pueda trabajar como política. Eso significa ampliar y no se trata de tener la cobertura de 50, 600 o más guaguas. Se necesita de políticas integrales que permitan asegurar el desarrollo del 100% de los niños (...). El Ministerio es el órgano rector en políticas de desarrollo infantil; trabajamos con parámetros y normas técnicas de cumplimiento. Al Ministerio no se le ocurriría abrir un centro de desarrollo infantil así nada más”, dijo Tola.
Telmo Pozo (76 años), quien vive en Guayllabamba desde hace más de 60 años, comentó que el CIBV que inauguró el Gobierno hace 15 días es un orgullo para su parroquia “porque se trata de un establecimiento construido con gran calidad para atender a los niños”.
Pozo es socio de una cooperativa de camionetas y su hija Rossana (25 años) es madre de Scarlet (1), a quien deja todos los días en el centro, pues estudia en las mañanas.
“Me gusta el CIBV. Sobre todo la familia se siente tranquila de que mi nieta se quede en el centro, pues está bien atendida. Las instalaciones son excelentes; tienen camitas, juegos, sillas pequeñas y la comida que les brindan en el lugar es nutritiva”, mencionó el conductor.
Hugo Endara, otro morador de Guayllabamba, también deja a su hijo David en el lugar. Dijo que en pocas semanas ve varios cambios en el comportamiento del pequeño, pues con apenas 1 año, canta, reconoce, imita sonidos y puede diferenciar animales y figuras.
“Mi hijo regresa feliz a la casa. Tiene una hermana mayor a él y me sorprende que David incluso reconozca y sepa más cosas. En el centro del Gobierno nos recomiendan que en la casa realicemos actividades con nuestro niño y que cuidemos mucho de su alimentación”, comentó Hugo.
Este medio solicitó en 2 ocasiones una entrevista con María Fernanda Pacheco para hablar del proyecto municipal. Su asesora dijo en ambas veces que la agenda de Pacheco estaba llena. Tampoco se nos proveyó información sobre el proyecto como presupuesto y plan de trabajo, entre otros. No obstante, el viernes se nos aseguró que la señora Pacheco nos atendería la semana entrante.