“De acuerdo con la información de las instancias técnicas de la Secretaría de Movilidad, la inversión requerida para la instalación y operación de estos nuevos sistemas (SAE, SIU y SIR) se prevé sería de alrededor de $ 70 millones, cifra con la que actualmente no cuenta el MDMQ y tampoco podría financiarse con nuevo endeudamiento en virtud de que ha alcanzado los límites de endeudamiento establecidos en la ley (...)”.

La Dirección Metropolitana Financiera justifica así su recomendación de concesionar los componentes del Sistema Inteligente de Transporte (SIT) en un informe que llegó a la Comisión de Movilidad del Concejo Metropolitano el 27 de noviembre junto a la propuesta de ordenanza planteada por la Alcaldía de Quito para el efecto.

El sistema estará integrado básicamente por 3 elementos: Sistema Integrado de Recaudación (SIR), Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE) y Sistema de Información al Usuario (SIU). Las piezas formarán parte del esquema de operación del Metro así como de los demás componentes del sistema de transporte urbano capitalino.

En el justificativo no se explica por qué si la actual situación financiera del Cabildo no permite una inversión de ese tipo, la Alcaldía eliminó el componente del contrato de la Fase II del tren subterráneo, cargándolo a las necesidades presupuestarias de la ciudad.

Otro elemento que se desagregó del proyecto fue la construcción de la subestación eléctrica El Labrador, obra que fue asignada a la Empresa Eléctrica Quito (EEQ), eliminando la responsabilidad sobre la misma, al  igual que en el caso del SIR, del consorcio Acciona-Odebrecht.

El monto requerido para la implementación de los elementos eléctricos y de recaudación del Metro se calcula en cerca de $ 50 millones y la cifra es mostrada por el alcalde Mauricio Rodas como el resultado de la negociación para lograr una rebaja al precio final de la Fase II.

El proyecto de ordenanza sobre la concesión del sistema de recaudo para el Metro y el resto del transporte público fue conocido en primer debate en el Concejo Metropolitano el jueves último.

El proyecto contempla que la firma o consorcio que obtenga la concesión asumirá “total o parcialmente” los costos de la implementación y operación del Sistema Inteligente de Transporte.

A cambio de ello, el concesionario recibirá “un porcentaje del valor de la tarifa recaudada por la prestación del servicio de transporte (...)”.

De acuerdo con el plan, el Sistema Inteligente de Transporte se instalará en primer término en los elementos de movilidad que dependen actualmente del Cabildo (trolebús, corredores centralizados y alimentadores); el siguiente turno será para el transporte convencional; luego se aplicaría en el sistema Quitocables, hasta llegar a la infraestructura y unidades del Metro.

Según un informe de la empresa municipal del Metro, el sistema deberá estar implementado en el transporte que tiene relación con el Cabildo hasta el 30 de junio de 2017 y hasta el 30 de junio del año siguiente en, al menos, el 70% de la flota convencional de movilidad. Esto según las exigencias de la Corporación Andina de Fomento (CAF), uno de los 4 multilaterales que apoyan al Metro con créditos. (I)