Barrio La Floresta regula la movilidad automotriz
Algo más de 2 meses han transcurrido desde que en 4 vías del barrio La Floresta se implementó el proyecto ‘Mi Calle’.
Modificaciones de tipo geométrico y arquitectónico se realizaron en las calles Guipúzcoa, Lugo, Vizcaya y Valladolid.
El objetivo, según el Municipio, es la generación de “espacios públicos inclusivos, seguros y que promuevan el respeto al peatón”.
El plan contó con la participación de unos 200 moradores de la zona, quienes intervinieron en diversas etapas del diseño y conceptualización de la iniciativa.
Lo que más llama la atención, sobre todo a quienes llevan algún tiempo sin ir por allí, es la instalación de jardineras (maceteros, en palabras del Cabildo) de grandes dimensiones pintados con colores llamativos.
Las estructuras ocupan buena parte de las calzadas, restringiendo el espacio destinado a la circulación vehicular.
Andrés Remache, un antiguo morador de La Floresta, dice que el objetivo es convertir al barrio de manera efectiva en una Zona 30.
Esto es, un sector de la ciudad en el que los automotores puedan ir a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.
Remache considera que el sistema de las jardineras es más efectivo que la señalética vertical colocada en el sector del antiguo Quito Tenis, el primer punto de la ciudad en convertirse Zona 30.
“Yo he estado por ahí y mientras hay personas que respetan los avisos sobre el límite de velocidad, hay otras, sobre todo a bordo de motocicletas que no hacen caso”.
El ingeniero de 67 años añade que en su barrio, en cambio, “la presencia de las macetas obliga, quieran o no quieran, a bajar la velocidad a los conductores”.
Las adecuaciones, sin embargo, no contentan a todos; en especial a quienes llegan de fuera.
José Centeno, quien acudió el martes a realizar una actividad personal en el barrio, es uno de los que critican la propuesta.
A su juicio, las jardineras gigantes son un riesgo para quienes conducen por el área, “sobre todo en las noches, cuando la visibilidad disminuye”.
Para el contador, las estructuras también reducen los espacios de estacionamiento. No obstante, un informe del Cabildo niega aduciendo que se planificó bien el tema. (I)