El exalcalde Augusto Barrera dictó la conferencia El gobierno de la ciudad en el Distrito Metropolitano de Quito, la noche del jueves pasado, en la Flacso.

Tras su salida del gobierno local, el 14 de mayo de este año, Barrera se reintegra al mundo académico en la institución de posgrado capitalina, especializada en ciencias sociales. Allí dirigirá un grupo de investigación, según anunció.

En la primera parte de su intervención, la exautoridad capitalina explicó el modelo de gestión que pretendió establecer en la ciudad durante su administración y los conceptos que guiaron su gobernanza.

Por ejemplo, señaló que el establecimiento del programa ‘60 y piquito’, dedicado a la atención de adultos mayores, tuvo relación con el conocimiento del constante aumento del número de ciudadanos de más de 60 años en las últimas décadas. Ello a pesar de que Quito continúa siendo una ciudad joven.

Del mismo modo, la lectura de que la capital registraba una alta informalidad en la gestión urbana, la preeminencia de los mecanismos de mercado y debilidad en la producción de espacio público habría determinado otro tipo de acciones de la pasada administración municipal.

Entre ellas, Barrera enumeró “el fortalecimiento de la función municipal de regulación y planificación; el establecimiento de sistemas de intervención de la autoridad fuerte, pero selectiva y el establecimiento de un sistema de centralidades, de espacios verdes”.

Al final, los asistentes realizaron una serie de preguntas. La primera tuvo relación con el anuncio presidencial de plantear una reforma jurídica que elimine la plusvalía sobre la tierra. Al respecto, el exalcalde se mostró partidario de ejercer control sobre el valor de la tierra, pero dudó de la posibilidad de cumplir con la idea presidencial. “Eliminar la plusvalía... Solo saliéndose totalmente del mercado”, razonó.

Ante el pedido de su opinión sobre otros cambios planteados por el Ejecutivo, se refirió en primer término al anteproyecto de una ley de ordenamiento territorial y de creación de una superintendencia que regule el tema a escala nacional. Al respecto, dijo estar convencido de que la competencia del manejo del suelo y del espacio público debe ser exclusiva de los municipios.

Y cuando una asistente le pidió una lectura sobre su derrota ante Mauricio Rodas, lo atribuyó a la falta de “sincronización entre los cambios realizados y los ciclos políticos en la ciudad”.