Arte y muestras religiosas, imán para el turista local y extranjero
En una pequeña sala de la Iglesia de La Compañía, ubicada en el Centro Histórico de Quito, continúa la exposición Liturgia en Semana Santa. La característica de esta muestra es la colocación de maniquíes que simulan a cucuruchos y clérigos que representan una escena de la ceremonia religiosa denominada Arrastre de Caudas.
Dentro del cuadro, 4 clérigos cargan en sus hombros una imagen del Cristo Yacente y en el fondo una pintura de la Virgen del Disentimiento. Son parte del ambiente de pesar por la muerte de Jesús en la cruz, hecho que recientemente lo rememoró el mundo religioso hace pocas semanas.
Según Ricardo Gutiérrez, de la fundación Iglesia de La Compañía, uno de los objetivos de la muestra es “lograr que los visitantes se sumerjan en la idea de lo que es una procesión de Viernes Santo”.
La muestra fue diseñada por Juan Carlos Pinos, museógrafo de la iglesia, y estará abierta al público hasta mediados de abril.
Los colores de los trajes y la luz de la sala son elementos iconográficos que representan tanto la oscuridad de los devotos católicos por la muerte de Jesucristo, pero a la vez los bordados dorados de los trajes de los clérigos significan la esperanza de la resurrección de su salvador.
A los lados de la muestra se exhiben 14 cuadros que representan las estaciones del Vía Crucis de Jesús, que la complementan.
Para Andrés Cardona, turista colombiano que llegó desde Medellín, la muestra le parece “impactante”, puesto que en su país los ritos católicos son distintos. “Quien venga a Quito obligadamente debe visitar este templo”, recomendó.
Los jesuitas en otra muestra
También se puede visitar la exposición Los jesuitas en el Ecuador: Colonia y República. En esta se exponen objetos de la colección de la iglesia pertenecientes a esa orden religiosa. Más de 80 objetos museográficos, entre cuadros, reproducción, ropa litúrgica, esculturas y demás, se muestra a los visitantes.
Conjuntos escultóricos de la escuela quiteña, objetos científicos del siglo XIX de la Escuela Politécnica, del Observatorio Astronómico y del antiguo Colegio San Gabriel, presentan la nueva perspectiva de la historia jesuita.
La importancia de la muestra radica en que los objetos exhibidos “narran” aportes de los religiosos al país. Por ejemplo: una lámpara que fue el primer objeto que funcionó con luz eléctrica en la ciudad.
Esta exposición, en cambio, estará abierta hasta fines de mayo próximo.
“Es hermoso y organizado el arte que se exhibe”, destacó Marco Toledo, turista español.
Cantos líricos
Hoy, en la Iglesia de la Compañía, además, se presentará un concierto con cantos líricos, en los que se entonarán piezas clásicas de Bach, Shubert, Handel, Pergolesi, entre otros. El concierto se realizará, a las 11:45, luego de la celebración de la misa dominical.
El costo por el ingreso a las salas es de 1,50 dólares para turistas nacionales mayores de 18 años y para los extranjeros 3 dólares. Los niños menores de 11 años, discapacitados y tercera edad no pagan.
La Iglesia de La Compañía fue construida por sacerdotes de la misma orden religiosa, entre los años 1605 y 1765, inspirada en los templos romanos Gesú y San Ignacio.
La arquitectura maneja cuatro estilos, aunque predomina el arte barroco. Este es de fácil apreciación debido a la simetría que hay al interior del templo: en cada lado de ella consta la misma cantidad de elementos. Otra de las particularidades de este estilo es el movimiento.
Por la forma que están diseñadas las columnas principales del templo y el retablo mayor dan la impresión de que se mueven mientras se camina dentro de la iglesia.
La orden jesuita llegó a la ciudad el 19 de julio de 1586, con el propósito de establecer una iglesia, un colegio y un monasterio.
En el primer grupo de sacerdotes jesuitas se encontraba Juan de Hinojosa, Diego González Holguín, Baltasar Piñas y Juan de Santiago.