Árboles naturales tienen baja demanda durante actual época de Navidad
Las campañas ecológicas y los costos son las causas para que la demanda de los pinos y cipreses que se utilizan como árboles de Navidad, en esta época, haya decaído en Quito.
Desde los sembríos ubicados en Nayón, Zámbiza, El Quinche, Llano Chico, Sangolquí, Conocoto y el Inca, llegan los árboles a los comerciantes que se ubican en sitios estratégicos, muchos ya tradicionales, como es el caso de La Carolina, Santa Clara, Iñaquito, América, entre otros.
María Chiluisa lleva 50 años en la siembra de árboles navideños como un negocio familiar. Se dedica a cuidar las especies para vender en está época del año, para lo cual rentaba pequeñas parcelas con la finalidad de aumentar la producción. Ahora solo vende lo que sale de su propiedad, ubicada en el sector Eloy Alfaro, donde destinó 1.500 metros de terreno para abastecer al mercado local.
Chiluisa recordó que el año pasado vendió 1.500 árboles de diferentes tamaños y recaudó alrededor de 15 mil dólares, de los cuales el margen de utilidad es del 50%. En este año, hasta ayer había vendido 300 árboles.
Los precios varían de acuerdo a los tamaños. Se pueden encontrar ejemplares de un metro de altura por 15 dólares con tres años de edad, hasta árboles frondosos de cerca de 3 metros por 40, con cinco años de edad y mejor cuidados.
Carmen Cedeño llega cada año hasta la casa de Chiluisa para comprar un árbol para adornar su hogar. Dijo que prefiere árboles naturales porque es la temporada en la que se puede tener el aroma a pino en el hogar, lo que hace más especial la Navidad. Consideró que la tala de estos árboles no afecta al medio ambiente debido a que son sembrados con ese fin.
Marcelo Guachamín se dedica a la venta de árboles artificiales desde hace 20 años, afirmó que estos ejemplares son más costosos que los naturales. Un árbol artificial puede sobrepasar los 100 dólares, pero hay de varios precios y gustos.
“La ventaja es que son reutilizables y durar varios años”, destacó.
Los productores de árboles están preocupados por los controles que se realizan a esta forma de producción.
Chiluisa recibió un comunicado donde se le recuerda que hay una ley que prohíbe vender productos forestales sin la respectiva autorización.
Respecto a esto, señaló que se debe hacer una investigación sobre la forma de producción, ya que por la tala de un pino se siembran tres ejemplares que crecerán los próximos tres años. Manifestó que no daña el medio ambiente sino que, al contrario, ayuda a su regeneración.
A ello se suma el control que realiza el Ministerio del Ambiente para evitar que se comercialicen las especies sin autorización. Varios productores fueron informados de que la ley prohíbe que se vendan productos forestales sin los permisos.
Según el artículo 82 de la Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre, se multará con 2.000 a 4.000 dólares a quien comercialice sin autorización productos forestales.
Antonio Achig, presidente de la Asociación de Vendedores Quicentro, ubicada en el parqueadero 4 de la Av. Los Shyris y Portugal a un costado del parque La Carolina, afirmó que las ventas de árboles y adornos navideños han bajado considerablemente este año.