Apenas unas líneas amarillas para las veredas
Una franja amarilla es lo único que marca el límite entre la calle y la acera en algunos tramos de la avenida Machala, en el norte de la ciudad. Lo mismo ocurre en las calles La Prensa, Manta, Real Audiencia y Galo Plaza Lazo.
La ciudadanía refiere que tras la repavimentación de esas vías, la calzada quedó al mismo nivel de las veredas y que algunos sumideros quedaron taponados o están como hoyos en mitad de la calle, por efecto del desnivel.
El problema se dio una vez que los conductores empezaron a parquear sus vehículos sobre las veredas, interrumpiendo el tránsito de los peatones. A Paola Mena (22 años), moradora del sector La Florida, le preocupa la seguridad de los transeúntes, pues en determinados tramos los vehículos, por el exceso de velocidad, han traspasado el límite entre la calzada y la vereda, esta última considerada como la zona de seguridad peatonal. Y en época de lluvia el riesgo es mayor, porque varias personas han sido bañadas por los conductores que circulan a gran velocidad.
El gerente de la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), Germánico Pinto, manifestó que los contratos de repavimentación de 2011 no contemplaron la nivelación de alcantarillas y la reconstrucción de bordillos como obras inclusivas.
Además, dijo que se creará un plan para reconstruir los bordillos en esas zonas. Algunos moradores también pidieron a la Municipalidad que se repasen las líneas del paso cebra que fueron borradas con los trabajos de repavimentación.
Los habitantes de la zona de Bellavista están preocupados por el taponamiento de los sumideros con material asfáltico, pues temen que en esta época de lluvias se produzca una inundación en las viviendas aledañas. María Rivera mencionó que la calle Bellavista es una pendiente pronunciada por donde fluye gran cantidad de agua hacia las avenidas Real Audiencia y Galo Plaza. “Si no hay alcantarillas, el agua entrará a las casas. Necesitamos que se destapen los sumideros”, solicitó.
A ello se suma el malestar de los conductores cuando caen en los sumideros ubicados en la mitad de la vía; para evadirlos tienen que realizar maniobras peligrosas que en algunas ocasiones han provocado roces con otros vehículos. Darío Heredia, morador de la calle Brasil, indicó que entre los vecinos acordaron rellenar esos “hoyos” con cemento para evitar accidentes y daños en sus autos.
Según la Epmmop, de los 700 km de vías deterioradas en la capital, se han repavimentado 225 km. La inversión alcanzó los 20 millones de dólares y está previsto que los trabajos de señalización peatonal los realice el personal de la entidad, con apoyo de la Policía Nacional y obreros de la Jefatura de Señalización, sobre la base de un calendario que no afecte el tránsito de la ciudadanía.