“A las 16:50 del viernes llovía duro. Yo estaba haciendo la merienda para mis hijos y de repente mi esposo gritó ‘¡derrumbe, derrumbe’! Salimos corriendo, sonaba duro y todito lo que bajó de la loma tapó las casitas, la escuela, la cancha. ¡No quedó nada!”, contó asustada María Inga Quinga, habitante de la parroquia de Oyacachi, en el cantón Chaco, provincia de Napo.

En esa zona, 41 de las 200 viviendas que conforman la comunidad resultaron afectadas, 22 de ellas destruidas por completo, ya que fueron arrasadas por el deslizamiento de una ladera.

Desde la noche del viernes y todo el día de ayer, resultaba conmovedor ver el drama que vivían las familias. Isabel Tipanluiza, llorando, contó: “La casa de mi hermano Miguel se acabó todito, no quedó nada; de mi cuñado Byron Pigaje quedó solo un armario porque hasta la ropita quedó debajo del lodo. La casa de mi papá (Teodoro) y de mi tío (Felipe Fernández) también se acabaron todito, están derrumbadas”.

Pero no solo esas cosas resultaron destruidas, pues el coliseo, la escuela, la cancha y los animales de corral, como gallinas y cuyes, también fueron cubiertos por la gran cantidad de lodo, piedras, tierra y árboles, provocados por el aluvión.

“Al momento de la desgracia mis familiares estaban en sus casas y tuvieron que salir corriendo sin zapatos, pero se salvaron”, añadió. Dijo que todo el mes ha pasado lloviendo, por eso es que sucede esto.

Agustín P., de 39 años, quien  hace 8 años se dedica al criadero de truchas, tenía miles de peces en 7 piscinas. “El lodo arrasó y enterró casi todo”, pues solo quedaron vivas 200 truchas.

Además, la vivienda que tenía cerca a las piscinas fue destruida. En medio del desconcierto recordó que cuando era niño ocurrió algo similar.

Decenas de habitantes, en medio de una pertinaz lluvia, cruzaban ayer por las calles llenas de lodo y huecos, tratando de rescatar los enseres.

El presidente de la Junta Parroquial de Oyacachi, Micael Parión, manifestó que si bien el deslizamiento de una ladera afectó a cerca de medio centenar de casas, no se registraron fallecidos ni heridos, aunque 200 de los 650 habitantes de la zona fueron evacuados.

Elementos de los diferentes cuerpos de socorro se movilizaron a ayudar a los afectados, de manera especial a quienes habitan en los alrededores de la quebrada Chushijsacha.

Varias carpas de instalaron cerca de la iglesia de Cangahua, en el cantón Cayambe, para acoger a los damnificados. Sin embargo, la Secretaría de Gestión de Riesgos  analiza levantar albergues adecuados en establecimientos educativos de Cangahua y San Antonio.

Según Fabricio Echeverría, coordinador Zonal 9 de la Secretaría de Gestión de Riesgos, este sector montañoso y rodeado de quebradas está formado por depósitos volcánicos y suelos arcillosos, lo que hace que el agua se acumule, provoque fisuras en el suelo y cause aludes.

Indicó que para evitar mayor tragedia están pensando en un plan estratégico a mediano plazo, incluso, considerando la reubicación de la comunidad.

En el enlace ciudadano, el presidente de la República, Rafael Correa, dio  un mensaje de solidaridad ante la tragedia de Oyacachi y ofreció ayudar a los damnificados. “Se vino abajo una montaña. Hasta ahora no hemos tenido que lamentar pérdidas humanas, pero hay viviendas totalmente destruidas, 200 personas evacuadas”, destacó. (I)

Vientos causan caída de árboles y heridos en Quito

Dos personas resultaron heridas ayer tras las caídas de dos árboles en diferentes puntos de la ciudad, por los fuertes vientos que afectan a Quito.

Los heridos no presentaban traumatismos de consideración y fueron trasladados a casas de salud para que sean evaluados.

En la avenida Eloy Alfaro y Mariana de Jesús, en el norte de la ciudad, un árbol cayó sobre el auto de placas PCJ-8504. Diana Tamayo, de 26 años, quien conducía el vehículo en compañía de su hija, resultó afectada, aunque no sufrió ninguna herida visible tenía dolor en la espalda.

Paramédicos del Cuerpo de Bomberos la evacuaron del automotor y la trasladaron a la clínica Pasteur. La menor de edad no sufrió ninguna afectación y fue entregada a familiares que llegaron al lugar.

El vehículo, las partes más afectadas eran el parabrisas y capot, fue llevado por personal de Espacio Público.

La institución municipal asumirá los gastos de reparación del vehículo.

Mientras tanto, en la avenida Galo Plaza Lasso y Rafael Bustamante, también en el norte de Quito, se suscitó la caída de un árbol. Telmo Maldonado, de 62 años,   resultó afectado: presentaba dolores en la parte lumbar y por lo tanto fue trasladado a la unidad médica del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de Cotocollao.

El procedimiento con el automotor fue similar al hecho que ocurrió en la avenida Eloy Alfaro.

Personal del COE Metropolitano manifestó que la caída de los árboles se debe a los fuertes vientos que azotan la ciudad y que por este motivo se registraron más emergencias, aunque no se reportaron más personas heridas.