El año pasado se registraron 143 casos de vehículos calcinados en la capital
Alrededor de $ 5 mil cuesta apagar el incendio de un carro liviano
Durante 2016 se registraron en Quito 143 incendios vehiculares, de los cuales 19 fueron posteriores a un choque o estrellamiento. Y en lo que va de este año han ocurrido 98 incidentes de este tipo; ninguno, después de un accidente.
De acuerdo con información del Cuerpo de Bomberos de la capital, 25 incidentes con fuego se produjeron en la administración zonal Eugenio Espejo; 15, en Quitumbe; 11, en Tumbaco; 17, en la Eloy Alfaro; 13, en La Delicia; 6, en Manuela Sáenz; 7, en el Valle de Los Chillos, y 4 en el sector de Calderón.
Aunque la principal razón para que ocurran estos incendios son las fallas en el sistema eléctrico del vehículo, para Éber Arroyo, comandante del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito, el origen es el descuido de los propietarios, quienes no efectúan mantenimiento a sus carros.
De acuerdo con Arroyo, si se cumpliera con la normativa INEN 1323, que establece los requisitos generales para el diseño, fabricación y montaje de carrocerías de todos los vehículos, y la ley de tránsito, no existirían estos incidentes.
En la primera norma, incluso, se habla de la resistencia al fuego que todos los componentes de un automotor deben tener. “Más que el cumplimiento de la norma, hago hincapié en el cumplimiento de la responsabilidad que tenemos todas las personas cuando transportamos seres humanos”, comenta Arroyo.
Sumado a la falta de mantenimiento, el exceso de velocidad es uno de los principales factores que desencadenan accidentes de tránsito, los que pueden terminar en el incendio del vehículo.
Apagar el fuego de un carro pequeño le cuesta a la ciudad $ 5 mil en promedio. Pero el costo aumenta de acuerdo con el tamaño del vehículo.
Arroyo explica que la propagación de las llamas en un automotor pequeño se da debido a la gasolina. Pero es incomprensible —asegura— que los vehículo a diésel se incinere como sucedió con el bus de la Cooperativa La Maná que se volcó e incineró casi totalmente mientras cubría la ruta Quito-La Maná el pasado 14 de julio.
Según Cristian Oña, ingeniero automotriz y docente de la Universidad Internacional del Ecuador, existen 3 causas comunes que provocan que un carro arda inesperadamente; todas relacionadas con el sistema eléctrico.
Cuando hay un cortocircuito, explica Oña, un fusible se funde para proteger el sistema eléctrico. Muchas personas no reemplazan el fusible dañado y colocan el mismo poniéndole un alambre. Ante un nuevo cortocircuito, este fusible no se funde, provoca que los cables se recalienten, se quemen y causen un incendio.
Otra razón es que las líneas de combustible tengan alguna fuga. El combustible, al entrar en contacto con el calor, como el que causa el tubo de escape, hace que el automotor se prenda súbitamente.
Una tercera causa es la batería del carro. Oña explica que si esta no tuvo un buen mantenimiento o ya cumplió su vida útil empieza a emanar vapor con hidrógeno y oxígeno. El primero es altamente explosivo, lo que puede causar un incendio.
Así mismo, la batería, al ser un acumulador de energía, puede provocar en una colisión una chispa que genere el fuego. (I)