El presupuesto equivale a 2% de lo invertido en las estaciones del trolebús
Alcaldía de Quito invertirá $ 316 mil en la Metrovía
El pasado 30 de junio, el Municipio de Quito inició el proceso de contratación para la adecuación de la infraestructura de las paradas del Corredor Central-Norte, conocido también como Metrovía.
La decisión responde a lo estipulado en la prórroga de un año concedida por la Alcaldía a los operadores del corredor, luego de que la concesión otorgada por 12 años finalizó el 20 de mayo.
Los transportistas, por su parte, deberán incrementar su parque automotriz y mejorar el trato a los usuarios; mientras que el Cabildo adecuará las paradas del corredor.
La Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) es responsable de la infraestructura vial de la ciudad, incluida la construcción, transformación y mantenimiento de las estaciones.
Para los trabajos de adecuación, el Municipio maneja el presupuesto referencial de $ 316.667, que representa el 2% de lo invertido en la construcción de nuevas paradas del sistema Trolebús.
En 2015, el gobierno local destinó $ 13 millones para la construcción de 44 nuevas paradas del ‘trole’ ($ 295.454 por cada una).
El proyecto se desarrolló en cuatro etapas, desde la parada Cóndor Ñan, en el sur de la ciudad, hasta la estación ‘La Y’, en la zona norte.
La Alcaldía justificó los trabajos realizados y la inversión para resolver los problemas de visibilidad, iluminación, daños en el mobiliario, cableado expuesto, equipos de comunicación subutilizados y otros aspectos que ponían en peligro la seguridad de los usuarios y les restaban comodidad.
El nuevo diseño de paradas aplicadas en el Trolebús, propuso la optimización de espacio e incorporación de tecnología, permitiendo contar con iluminación natural, además de la adecuación de inmobiliario de mayor resistencia. No obstante, las obras demoraron más del tiempo previsto.
Actualmente, las paradas del Corredor Central-Norte se encuentran en condiciones similares a las del Trolebús antes de su repotenciación.
En las dos estaciones (La Ofelia y Seminario Mayor) y en las 13 paradas intermedias del corredor faltan asientos, hay vidrios rotos y luminarias en mal estado.
Para Marco Oñate, usuario del servicio, esta inversión no cubrirá todas las deficiencias y que en el futuro se necesitarán más recursos: “Deberían hacer una sola buena inversión para arreglar bien todas las paradas”.
El usuario sugirió que la inversión se enfoque en mejorar aspectos de infraestructura, como reparación de tornos al ingreso de las estaciones o la implementación de un nuevo sistema de cobranza que agilite la entrada de los usuarios.
Asimismo, comentó que se deberían incorporar asientos para que los ciudadanos esperen la llegada de las unidades con mayor comodidad, además de tachos de basura, pues la limpieza de las paradas es otro aspecto que preocupa a los usuarios.
Por su parte, Daniel Pérez, quien también se transporta en las unidades del Corredor Central-Norte, espera que las adecuaciones se asemejen a las realizadas en las del sistema Trolebús.
Considera que no se deberían hacer diferenciaciones entre sectores de la ciudad o servicios de transporte para adecuar las paradas: “Creo que si iniciaron con un modelo más moderno deben replicarlo en todas las paradas. Dan una buena imagen a la ciudad y son mejores en muchos aspectos”. (I)
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La ampliación de cobertura quedó inconclusa
En el año 2005, durante la Alcaldía de Paco Moncayo, se inauguró el Corredor Central-Norte, que actualmente forma parte de sistema Metrobús-Q. Inicialmente, el corredor se estableció entre La Ofelia y el Seminario Mayor.
El proyecto preveía ampliar la cobertura tanto en el norte como en el sur de la ciudad. Para ello, se construyeron 12 paradas: Márquez de Varela, Ponciano, San Eduardo, Prados del Este (sentido sur-norte), Prados del Oeste (sentido norte-sur), Balcón del Norte (sentido norte-sur), Colegio Albert Einstein, Jaime Roldós (sentido sur-norte), Corazón de Jesús (sentido sur-norte), Clemente Yerovi (sentido norte-sur) y Carcelén.
No obstante, los andenes construidos hacia el norte no se usan. Según la Empresa de Pasajeros de Quito, las paradas no se emplearon porque no hubo demanda de pasajeros que justificara su utilización, además de que generaban problemas de tráfico.
A pesar de ello, de junio de 2009 a mayo de 2015 el Municipio gastó $ 1,4 millones en pagos de seguridad para los andenes, custodiados por un guardia de seguridad. Adicionalmente se realizaba el pago de servicios básicos, como luz y agua. Aún no se define el uso que se le dará a estos espacios. (I)