La adquisición de camiones nuevos como lo anunció días atrás el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, tomaría casi un año, ya que deben cumplirse una serie de trámites estipulados en el proceso de compras públicas.

En el mejor de los escenarios, los recolectores que tanto necesita la capital estarían en el país en siete meses, lo que significa que la escuadra actual de 19 camiones, de los cuales ocho están dañados, tendría un refuerzo casi al finalizar la gestión de Rodas.

El Alcalde dijo que se adquirirán ocho recolectores nuevos de manera emergente: dos de carga lateral y seis de carga posterior.

Para ello se destinarán más de $ 3 millones. Pero, el plan de fortalecimiento del servicio de recolección de basura en Quito contempla la compra total de 53 camiones nuevos, con una inversión cercana a los $ 13 millones.

Mientras se adquieren los nuevos vehículos, la salida a corto y mediano plazo sería reducir la carga de trabajo que actualmente tienen los camiones, aplicar los mantenimientos y repotenciar la flota existente.

Esta alternativa la respalda el proveedor de la maquinaria, Daniel Espinosa. “Tenemos que, de alguna manera, paliar el problema actual de la sobrecarga de las unidades, para iniciar una segunda fase que sería a mediano plazo: mantenimiento preventivo, preoperativo y correctivo, que se debe iniciar con la repotenciación de la flota”. Paralelo a ello -indicó- debe incluir los contratos con la gente que sabe de la materia, “en este caso nosotros”.

La mala planificación y la falta de presupuesto en Emaseo derivaron en que dos de los 14 camiones sean desguazados en sus talleres, con el fin de poner en marcha el resto de la flota. El concejal César Benalcázar lo confirmó: “Uno de ellos está prácticamente desmantelado en sus partes periféricas, justamente porque se han tomado esas piezas para habilitar los otros vehículos”, dijo.

Estos carros sí se pueden reparar, sin embargo Emaseo aún no ha dado la orden para hacerlo, pese a que el problema cada día se agrava más. (I)