“Ojalá en un futuro no muy lejano, todos nuestros adultos mayores tengan una pensión justa, hayan trabajado o no para el mercado. Buscamos la seguridad social universal”, expresó el presidente Rafael Correa ayer en el Centro Gerontológico Hogar Corazón de María, ubicado en el norte de Quito.

La institución de asistencia a ancianos, en su mayoría en situación de abandono, es considerada una de las más grandes del Ecuador.  

Hasta allá fue el Mandatario para que 192 adultos mayores,  atendidos en dicha institución, disfruten de un momento ameno. Y otras autoridades del Gobierno como la ministra de Inclusión Económica y Social, Betty Tola, y el secretario del Buen Vivir, Freddy Ehlers, se sumaron a esta iniciativa.

Música y baile fueron parte del evento. Además de la entrega de regalos como gorras, jarros y dulces por parte del programa  ‘Canas de vida, testigos y protagonistas’, impulsado por el MIES.

“Ustedes son testigos y protagonistas porque han dado durante toda su vida lo mejor para el desarrollo del país y para sus familias. Vivieron en ese viejo país y ahora forman parte del cambio”, expresó la ministra Tola.

Además recordó que el MIES está comprometido a trabajar en alianza con organizaciones de la sociedad civil, religiosas y gobiernos autónomos descentralizados para garantizar los derechos de las personas adultas mayores y brindarles un servicio adecuado.

Para esto, el centro cuenta con 11 hermanas de la congregación Corazón de María y 60 profesionales que realizan los controles geriátricos, terapias individuales y de grupo, así como la asistencia espiritual que necesitan los adultos mayores. Se espera que el próximo año el Hogar Sagrado Corazón de Jesús reciba $ 565 mil por parte del MIES.

Actualmente en Ecuador hay 1’077.587 adultos mayores.