Alrededor de 1.600 personas que vivían en zonas de riesgo y fueron reubicadas el año pasado en el conjunto residencial La Mena, situado en el área del mismo nombre (sur de Quito), han convertido al reciclaje en una forma de mejorar su sector.

Para ello, las 400 familias que integran el proyecto se han asociado con la empresa Reinventa, dedicada al negocio de la reutilización de materiales.

El sistema funciona mediante un intercambio. Primero, los vecinos de La Mena recolectan y clasifican objetos tales como botellas plásticas, de vidrio, fundas plásticas limpias, cartones, cuadernos desarmados y metales. Los entregan a la gestora ambiental. Y entonces, la firma les retribuye con algo que las familias recicladoras necesitan.

Minga de recolección de materiales se realiza los sábados y la clasificación se ejecuta cada 15 díasEn primer término, fue la adecuación de la bodega donde se acopian los desechos sólidos que posteriormente se reciclan. Posteriormente, han solicitado bancas, implementos para su casa comunal y equipos para un parque infantil. Todos estos equipamientos se construyen con elementos reciclados.

El material se recoge cada sábado, de 09:00 a 10:30, y se hace una minga cada 15 días, de 08:00 a 10:30, para separar el material.

La meta en el  futuro inmediato es conseguir el mobiliario para el parque infantil, crear objetos y manualidades con el material reciclado para comercializarlos y finalmente hacer compostaje (abono) para la creación de huertos orgánicos.

María Eugenia Güilcapi, quien actúa como coordinadora del Punto Verde establecido por el Ministerio del Ambiente (MAE) en La Mena, afirmó que de esa manera únicamente lo que en verdad no sirva será arrojado a la basura.

Güilcapi señaló que la idea del reciclaje en el sector fue suya, puesto que formó parte de un grupo de gestores ambientales.

La mujer relató que todo comenzó con talleres de socialización para la gente;  y que, además, el proceso está establecido en el reglamento que rige al conjunto habitacional, por lo que los moradores están obligados a clasificar sus desechos. “Hemos tenido una capacitación permanente  y eso nos motiva a seguir adelante. Todos nos hemos educado en temas ambientales. Ya somos más expertos en el tema de reciclaje. Ojalá podamos exhibir nuestros productos elaborados con material reutilizado”, comentó, por su parte, Patricia Simba, secretaria del Punto Verde.

María Petrona Azas, de 58 años, dijo que la idea surgió hace un año aproximadamente con el fin de obtener ingresos adicionales para el pago de alícuotas de créditos contraídos por varias de las familias y para mejorar las condiciones del mismo conjunto.

Así nació la idea de hacer mingas para recoger el material reciclado y a cambio de ello, recibir elementos para mejorar el conjunto.

En principio se organizaron mingas de reciclaje cada 15 días, pero al considerar la cantidad de material recolectado, se solicitó hacer el evento cada sábado, de acuerdo con un horario según el cual, cada bloque participará una vez al mes.

Los moradores del sector forman parte de los programas organizados por el Ministerio del Ambiente  y por ello son candidatos al reconocimiento “Punto Verde”, que los acreditaría como grupos que practican comportamientos sustentables y que mantienen un compromiso ético con la naturaleza en su localidad. Y tras ello, podrán acceder a nuevas capacitaciones.