Ayer, la normalidad parecía haber regresado a San Antonio de Pichincha (norte), tras la reanudación de las actividades extractivas en 7 canteras legales existentes en esa parroquia.  

El viernes pasado, el ministro de Recursos Naturales no Renovables, Pedro Merizalde, autorizó que las minas Guambo, Fucusucu III, Fucusucu V, Rosita, Terrazas de Mandingo Blanca II, San Luis Uno y Tanalahua reiniciaran sus funciones bajo la condición de estar en continuos operativos de control.

La reapertura conllevó a que las nubes de polvo volvieran al sector, al igual que el tránsito de más de 150 volquetas por las calles Huasipungo y 13 de Junio, que eran reguladas por miembros de la Policía Nacional, que revisan que las unidades de transporte pesado cumplan con los parámetros establecidos por la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom) para el transporte del material pétreo a la ciudad.

Los oficiales exigen a los conductores que presenten facturas, y que cubran la carga con una carpa que no rebase el borde del balde del camión.

Eduardo Bejarano, vicepresidente de Transporte Pesado de San Antonio de Pichincha, señaló que con la apertura de las 7 minas reanudan sus actividades más de 1.000 de sus compañeros. Bejarano añadió que su gremio está dispuesto a dialogar con las autoridades permanentemente y que está de acuerdo con las medidas de seguridad y las regulaciones que realizan la Policía  y las autoridades mineras.

Ayer por la mañana, representantes de la Arcom realizaron operativos en las minas para verificar que se cumpla con lo dispuesto por esa entidad y el Ministerio.

“Alrededor de 8 concesiones mineras se encuentran vigentes; es decir, que cumplen con los parámetros legales, pero el levantamiento de las concesiones es condicional, pues la institución exigirá a las minas un nuevo plan de explotación, porque vimos irregularidades en los taludes que son altos y verticales. Estas canteras realizan explotaciones de manera informal y a cielo abierto”, comentó Henry Núñez, coordinador regional de la Arcom.

En la mina El Guabo, las labores de explotación se cumplían con normalidad este lunes. A la entrada de la cantera se podía observar a camiones de agua que humedecían las zonas de trabajo. Sus operarios contaban con cascos y mascarillas, mientras que las volquetas llevaban el material de acuerdo con lo establecido por la ley.

Walter Ortiz, operador y concesionario de las minas, dijo que alrededor del 95% de moradores de la parroquia vive de esa actividad. Añadió que El Guabo venía implementando nuevos sistemas de cuidado ambiental y de explotación hace 3 años y que tomarán en cuenta todas las recomendaciones que le haga la Arcom.

Núñez mencionó que la minería en el cerro Catequilla está totalmente suspendida puesto que el lugar está declarado como zona de exclusión minera y patrimonial. De igual forma, el técnico mencionó que las 16 minas ilegales registradas por la Arcom están cerradas indefinidamente.  

Según la entidad, los dueños y concesionarios de las minas deberán entregar a la institución en 2 semanas un nuevo plan que incorpore las observaciones emitidas por la institución. La Arcom dijo que realizará continuos controles, incluso en las noches, con el fin de evitar que la minería ilegal se reactive.

Pero la reanudación de la actividad minera también activó el trabajo local. Por ejemplo, Pedro Guamba abrió desde ayer su vulcanizadora, ubicada en la entrada a Rumicucho, pues sus clientes frecuentes, conductores de las volquetas, retornaron a sus actividades.

Yadira Mendoza, dueña de un restaurante, preparó la mañana de ayer más de 50 almuerzos, pues también los trabajadores de las minas, sus clientes frecuentes, retornaron a sus labores cotidianas.

Según la Junta Parroquial, alrededor de 6 mil personas dependen del sector minero en San Antonio.

DATOS

El cierre de las canteras de San Antonio de Pichincha se estableció luego de que el sismo del 12 de agosto dejara 4 víctimas mortales en las minas.  

La Secretaría de Gestión de Riesgos fue la institución encargada de clausurar la actividad de 8 minas legales y de 16 ilegales. Alrededor de 19 yacimientos proveían de materiales de construcción a la ciudad.

Las 7 minas reabiertas se encuentran en las poblaciones de Tanlahua y Rumicucho. La mayor parte de sus moradores depende económicamente de la actividad de los yacimientos para vivir.

En la capital existen 102 canteras, el 33% cumple con los requisitos de funcionamiento. El 52,9% no ha realizado la sustitución del título minero y el 13,7% hace actividades de libre aprovechamiento.