15 niños heridos tras volcamiento de bus en la Simón Bolívar
15 niños que viajaban a bordo de un bus escolar resultaron heridos la mañana de este miércoles, tras el volcamiento de un bus escolar en la avenida Simón Bolívar, en Quito.
El accidente, según el ECU 911, se registró a la altura de la Universidad Internacional, sentido norte-sur, antes del desvío de la avenida Rumiñahui. Además de los menores se encontraba 2 adultos: el conductor y una auxiliar que se encarga de cuidar a los pequeños.
Tras el siniestro, el chofer y su compañera asistieron a los menores (de entre 5 y 15 años), los sacaron del vehículo hasta que llegaron los paramédicos.
Según informó Christian Rivera, director del Centro de Operaciones de Emergencia del Distrito Metropolitano de Quito (COE), el colectivo si cumplía con los cinturones de seguridad reglamentarios, lo que protegió a los menores, quienes sufrieron golpes y lesiones leves.
Los menores de edad pertenecían a la Fundación Virgen de La Merced, que reúne a chicos con discapacidad, quienes fueron trasladados a su centro de estudios.
El vehículo cumplía un recorrido desde el sector de Ponciano (norte de Quito). Tras retirar a los niños de sus hogares, tomó la avenida Simón Bolívar. Al parecer el chofer perdió el control debido a que la calzada se encontraba mojada y se precipitó contra el parterre.
Jhonatan Ortiz, jefe administrativo de la Fundación, indicó que el conductor fue detenido por procedimiento de rigor. Sin embargo, explicó que el conductor no iba a exceso de velocidad y reiteró que el vehículo es nuevo.
Añadió que los asientos del colectivo cumplían con las condiciones técnicas para trasladar a los niños. Es decir, con cinturones de 3 puntos (soporte en cintura, zona estomacal y entrepierna). Este sistema de seguridad impidió que los pequeños se salgan de sus asientos o sufran alguna herida.
Fabiola Almeida, médica pediatra de la Fundación, narró que los alumnos llegaron en 3 ambulancias, tras haber sido estabilizados en el lugar.
Explicó que los padres llegaron para constatar la condición sus hijos. Ahí se les explicó que ellos se mantendrán en observación por 48 horas, que es el lapso promedio en el que pueden mostrar síntomas a causa del susto.
Las principales manifestaciones pueden ser dolores físicos por la fuerza del impacto y la presión del cinturón. A las 13:00 de hoy, los menores fueron retirados por sus familiares.
Vía de alta siniestralidad
Alrededor de las 10:30, una maquinaria logró retirar del parterre el bus. Para ello se contó con el apoyo de 30 agentes de Policía Nacional, de Tránsito y miembros del Cuerpo de Bomberos.
La tragedia de hoy evidenció nuevamente que la avenida Simón Bolívar tiene alta peligrosidad, especialmente en la época de lluvias.
El incidente se registró a la altura de la Universidad Internacional. Además de este sector hay otros 2 considerados de alto riesgo: el Troje y el Triángulo de Piedra.
Los miembros de Tránsito que se encontraron en el lugar aseguraron que el riesgo de sufrir accidentes en la vía se incrementa entre un 50% y 70% cuando llueve, puesto que la calzada es peligrosa.
Añadieron que el riesgo sube hasta en 80% en los tramos de curvas, "porque son muy cerradas, tomando en cuenta que es una vía rápida".
Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), solo entre enero y febrero de este año, se produjeron 172 accidentes (entre graves y leves).
En promedio, la AMT emplea 50 efectivos para controlar el tráfico. Pero los conductores cuestionan el control. Cecilia Benítez (39 años), es usuaria frecuente de la vía. Ella contó que al menos 6 veces se ha retrasado a su trabajo, por la congestión a causa de los accidentes.
"Los policías no controlan, no ayudan a que los conductores sigamos con nuestro trayecto", dijo la conductora.
Sergio Cruz (28 años) reconoció que tiene miedo conducir por esta ruta, pero lo hace porque "no hay otra alternativa". Su oficina queda en el centro de Quito. Hace 2 años tomaba la avenida Occidental, "pero ahora pasa muy congestionada", dijo.
El conductor señaló que la ruta es bastante riesgosa y le preocupa ver que los vehículos pasan a altas velocidades. "De nada me sirve ir a una velocidad prudente, si tengo recelo de que venga otro carro y me impacte", dijo.