A las 06:40 de ayer, Édgar Proaño transitaba en su auto por la avenida Simón Bolívar. En el sector de La Argelia,  al suroriente de Quito, uno de los cuatro fotorradares que hay en la capital detectaron que conducía a 125 kilómetros por hora, excediendo el límite permitido, por lo que fue detenido. Él se suma a los 19 arrestados a nivel nacional por superar el límite de velocidad en las vías.   

En todo el país hay 43 fotorradares colocados en sitios estratégicos. En Quito se han ubicado cuatro en  sectores de mayor accidentabilidad: avenidas Simón Bolívar, Manuel Córdova Galarza, Autopista General Rumiñahui y  vía a Guayllabamba.

El fotorradar es colocado a un costado de la avenida o en el parterre central. Al transitar, el aparato mide la  velocidad, graba la hora y toma foto a la placa y al auto, todo lo cual es comunicado por radio a miembros de la Policía ubicados metros más adelante para que procedan a detener al infractor.

En el caso de Proaño, los policías lo detuvieron, pese a que éste intentó evadirlos argumentando que la razón de su apuro era que iba a un llamado de emergencia de  un paciente porque es médico.

Otro de los sancionados ayer fue Christian Losa, por viajar a 120 kilómetros por hora. No fue detenido, pero se hizo acreedor a la multa, pese a que aseguró que no conocía de los controles que se realizan. Reconoció que iba a velocidad alta, pero se justificó diciendo “estamos atrasados, llevo a vender hornado desde Sangolquí (en el Valle) hasta la Ciudadela Ibarra (sur), y si llego tarde ya no me compran. La próxima vez tendré mayor cuidado al conducir”.

El cabo Braulio Torres, encargado de entregar las notificaciones en el sector, contó que para los conductores las multas no eran suficientes. Recordó que el pasado lunes una persona que fue sancionada con pagar los 82,20 dólares de multa se burló y dijo: “Mejor deme el papelito y déjeme ir, esa plata no es nada para mí”.

as actitudes hicieron que las autoridades decidieran implantar tres días de prisión a los infractores. Hasta ayer, los sancionados sumaban 5.378 a nivel nacional. De ese total, 1.179 residen en Quito.

Según José Silva, encargado de los controles policiales en Pichincha, hay más 100 sancionados por día. “Esa cantidad es moderada, pero la intención es que la gente disminuya la velocidad y concientice en que eso evita accidentes y muertes”.

Añadió que el problema se presenta con las redes sociales como Twitter, ya que la gente alerta sobre los sitios donde se ubican los operativos y entonces los conductores bajan la velocidad, pero más adelante la vuelven a subir. “Por esa razón los controles se realizan en tiempos cortos”.