10 consejos para evitar accidentes con los cilindros de gas
Entre enero y mayo de 2015 se registraron 39 casos de explosión por gas y hubo más de 12 fugas, en varios sectores del Distrito Metropolitano de Quito.
Fausto Hidalgo, jefe de Seguridad y Riesgos de la Administración Zonal Eugenio Espejo, señaló que estos casos se han producido por un mal manejo de los cilindros de gas licuado de petróleo (GLP).
Cristian Rivera, director del Centro de Operaciones Especiales (COE), ofrece a los lectores de EL TELÉGRAFO varias recomendaciones para evitar fugas, explosiones o incendios a causa de un mal manejo de los tanques.
1. Adquiera cilindros sin golpes. En caso de encontrar el tanque con abolladuras (maltrato en el cilindro), devuelva a su distribuidor.
2. Coloque los tanques afuera de su casa y lejos de artículos que pueden ser combustibles como papel, plásticos, basura, etc.
3. Sí la infraestructura de su casa le obliga a ubicar al cilindro adentro, procure que sea lejos de dormitorios, descansos de escaleras (alado de pasamanos) porque se puede caer y busque espacios abiertos que cuenten con ventilación.
4. Ningún cilindro se debe instalar a a menos de 20 centímetros de distancia de paredes o divisiones construidas con materiales combustibles (madera, cartón, etc.). Además, debe colocarse sobre piso firme y nivelado.
5. Los cilindros deben colocarse a una distancia mínima de 3 metros de distancia del artefacto. Debe estar alejado de chimeneas, motores eléctricos o de combustión interna, anuncios luminosos, interruptores, centros de carga y conductores eléctricos.
¿Qué hacer en caso de una fuga?
6. En caso de percibir un olor de gas, cierre inmediatamente la llave del tanque.
7. Desconecte la energía eléctrica. Cualquier chispa podría provocar una explosión.
8. Apague o pida que apaguen todo tipo de fuego que generen los artefactos (cocina, secadora, calefón).
9. Abra las puertas y ventanas. Haga lo posible para que el vapor de gas se disperse, recuerde que las corrientes de aire se llevan fácilmente el gas.
10. Por último alerte y despeje a los miembros de la casa o del conjunto habitacional hasta que pase el riesgo.