El Hábitat III tiene un testigo histórico

Se estima que, durante la cuarta jornada de la Conferencia H&aacute;bitat III, m&aacute;s de 25.000 personas ingresaron a la Casa de la Cultura Ecuatoriana, donde se desarrolla. Entre esa muchedumbre, el profesor Han Verschure &mdash;que apoya sus 75 a&ntilde;os sobre un bast&oacute;n de madera al caminar&mdash; destaca porque puede dar una panor&aacute;mica hist&oacute;rica del encuentro. En 1976, &mdash;el ahora catedr&aacute;tico de la Universidad Cat&oacute;lica de Leuven&mdash; viaj&oacute; de su natal B&eacute;lgica hacia Vancouver, en Canad&aacute; para el primer H&aacute;bitat. De esa experiencia, Verschure recuerda, en un ingl&eacute;s pausado, que las reflexiones sobre asentamientos ten&iacute;an que ver con la ocupaci&oacute;n de la tierra m&aacute;s que con pol&iacute;ticas p&uacute;blicas e independencia o ejercicio de derechos de quienes las habitaban. Hace dos d&eacute;cadas y con 56 a&ntilde;os a cuestas, este arquitecto de una barba prominente recorr&iacute;a Estambul, Turqu&iacute;a para anotar en su libreta de apuntes que &ldquo;el H&aacute;bitat II se caracteriz&oacute; por vincular a la infraestructura de las ciudades, el espacio p&uacute;blico que antes era cercado&rdquo;. &ldquo;Ahora miramos hacia el futuro&rdquo;, concluy&oacute;. (I)