Thomas Enqvist, integrante del Centro de Resiliencia de Estocolmo, fue uno de los ponentes en la sesión especial sobre ‘Ecosistemas Urbanos y Manejo de Recursos’.El evento se desarrolló este jueves en el cine Alfredo Pareja Diezcanseco de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Enqvist apuntó que el concepto de resiliencia de las ciudades no tiene que ver únicamente con la capacidad de preparación y adaptación a situaciones especiales, como se concibe tradicionalmente. Según el funcionario, la resiliencia urbana tiene que ver, fundamentalmente, con la capacidad de los centros poblados de obtener los bienes y servicios necesarios para su desarrollo y subsistencia. Y esto tiene estrecha relación con los cambios climáticos que están sucediendo en el mundo en la actualidad. Enqvist apuntó que el tema volvió al debate internacional en el año 2010 tras la publicación del informe Cities and biodiversity (Ciudades y Biodiversidad). Dicho documento, estudia y documenta fenómenos como los picos de calor que se han venido sucediendo en las últimas décadas; el incremento de la intensidad de las precipitaciones y el aumento del nivel del mar que ya afecta a algunos países. El informe hace énfasis en que las mayores afectaciones a consecuencia de este tipo de fenómenos las sufren los países en vías de desarrollo. El funcionario internacional detalló que aquello se debe a que ese tipo de naciones carecen, por lo general, de los recursos para prevenir y solucionar estos problemas. Una de las soluciones que se plantean a nivel urbano en la lucha contra el cambio climático es el incremento de las áreas verdes y boscosas al interior y en los alrededores de las ciudades. De acuerdo con cifras presentadas durante Hábitat III, la implementación de este tipo de medidas ha mostrado efectividad en la reducción de las temperaturas. El funcionario de la entidad europea resaltó la bondad de este tipo de acciones al señalar la existencia de literatura que muestra que el uso de remediaciones de tipo natural a los efectos del cambio climático resulta más barato que las estructurales y arquitectónicas. Finalmente, estableció que un buen ejemplo de renaturalización urbana es el que ha venido desarrollando la capital de Tailandia, Singapur, desde la década de 1980. Enqvist describió que aquel año, la urbe asiática registraba un 36% de áreas verdes. Mientras que ese indicador medioambiental ha pasado a la actualidad al rango del 47%. Frente contra la especulación Otro de los temas debatidos durante la conferencia Hábitat III fue el ‘Mercado de la Tierra y Segregación’. Los participantes en la sesión especial coincidieron en que lo más importante para asegurar el acceso de las personas a una vivienda es que la tierra deje de ser considerada como una mercancía y pase a ser considerada como un derecho. La francesa Marie Gautier, integrante de la comisión preparatoria de la conferencia y funcionaria internacional, apuntó que si se quiere resolver el problema del déficit habitacional, se debe encontrar respuestas a las necesidades de financiamiento para los sectores populares. Gautier citó estadísticas internacionales, de acuerdo con las cuales, el mercado inequitativo de la tierra afecta, en mayor medida, a las ciudades cuyo crecimiento demográfico supera el 3%. No obstante, destacó que se debe evitar en cualquier circunstancia que sea el mercado inmobiliario el que establezca las reglas del acceso a la tierra y a la vivienda. La funcionaria francesa reclamó, también, por la proliferación de ciudades en las que los espacios públicos tienen un nivel deficitario. Y dijo que, por ello, es necesario que las urbes cuenten con una buena planificación estratégica, que impida que todas las zonas se destinen de manera indiscriminada a vivienda. Apuntó que en muchas partes del mundo, en especial en las naciones en vías de desarrollo, ocurre el fenómeno del copamiento inmobiliario del espacio, afectando incluso a zonas que tienen vocación agrícola.    Nadine Jevera, funcionaria de la Alcaldía de Bogotá, ejemplificó que en su Municipio se combate la especulación y otros problemas de distribución de la tierra con la creación de una superintendencia que regula el tema. (I) DATOS El desarrollo de ciudades inteligentes fue uno de los temas que se abordó ayer en la conferencia mundial sobre desarrollo urbano sostenible. El uso de la tecnología es concebida, por quienes se dedican a estudiar su nexo con el urbanismo, como una poderosa herramienta para generar desarrollo y equilibrar el acceso a oportunidades. Los expertos advierten, sin embargo, que se debe evitar mitificar a la tecnología como si la sola implementación de herramientas de este tipo pudiera solucionar los problemas que se generan en las urbes. Los ponentes sobre el tema en Hábitat III coincidieron en que el uso de elementos electrónicos e informáticos debe ir acompañado de una política pública que dirija su utilización.