La influencer de 30 años posó con los aficionados en las gradas, previo al encuentro. Allí apareció lanzando besos a la multitud y posando con un fanático mexicano que había adoptado a Croacia después de la eliminación de su propio país en la fase de grupos.

Antes de los cuartos de final, la seguridad del estadio trató de evitar que Knoll posara para fotos con los fanáticos, algo que aparentemente no se intentó esta vez. Knoll causó revuelo en juegos anteriores de los europeos con sus atuendos atrevidos, para desesperación de las autoridades.

Algunas personas en Qatar afirmaron anteriormente que los aficionados locales solo fotografiaban a Knoll por la forma en que desaprobaban su atuendo, en lugar de ver sus instantáneas como una señal de adoración por la mujer de 30 años con poca ropa.

Las leyes de modestia consuetudinarias de ese país instan a las mujeres a cubrirse los hombros, mientras que los hombros de Knoll están expuestos en Lusail. La nueva 'novia del Mundial' ha acumulado más de 2.5 millones de fanáticos en Instagram como resultado de su presencia en Qatar, al margen de la polémica desatada.