Zoom y el impuesto a espectáculos públicos
El espectáculo público, entendido como una actividad que aglomera público para generar una recreación colectiva a consecuencia de una convocatoria pública, como conciertos, obras de teatro, presentaciones circenses, magia, desfiles, óperas, presentaciones humorísticas, danza, ballet y deportivas, paga el impuesto a los espectáculos públicos (IEP) por el 10% sobre el precio de admisión y el 5% cuando se trate de eventos deportivos de categoría profesional, conforme el Código Municipal DMQ.
El confinamiento y distanciamiento trastocaron las actividades de ocio y una forma es la transmisión por streaming, como ya lo anunció el jefe de gobierno de Buenos Aires, para las funciones de teatro, o la propuesta de la plataforma Stredium para transmitir partidos de fútbol en vivo con “la mejor atmósfera de estadio inmersivo y un fabuloso juego interactivo entre fanáticos”, que permite desde hacer una ola hasta decidir ondear la bandera del equipo. Hay temas que no son menores, en cuanto a recaudación tributaria. Por ejemplo, el torneo FIFA eWord Cup, que se juega en línea en PlayStation 4, otorgó un total de $ 500.000 entre los 32 primeros clasificados. O la Copa Fortnite con premios a distribuir por $ 1’000.000.
Para este año se estimó una recaudación de $ 2’900.000 por IEP, que representa el 0,91% de los ingresos del Municipio de Quito, que probablemente no se cumpla con la meta fijada.
Ante esta situación y en procura de tener seguridad jurídica, más todavía cuando la Administración Tributaria actúa ex post, esto es, después de ocurridos los hechos con relevancia tributaria, y bajo el principio de reserva de ley previsto en el régimen constitucional tributario, debe establecer sobre las situaciones anteriores cuáles gravan el IEP y cuáles deben considerarse exentas.
Es prioritario una reforma al Código de Organización Territorial, para centralizar la gestión y cobro de impuestos que ahora está en los GAD, toda vez que son muy malos en recaudar, ya porque no tienen áreas de gestión de impuestos y quienes ejercen esta función lo hacen por afinidad política; y la gestión tributaria requiere de una importante inversión en tecnología, que lo más eficiente es apalancarse en la plataforma y los procesos que en buena forma ya los tiene el SRI. Mantener el statu quo, significa que los que más tienen no paguen lo que deben. (O)