Punto de vista
Ya es hora de que las figuras levanten el nivel
Hay una obsesión por desacreditar al seleccionador ecuatoriano de fútbol de turno. En la época en que Luis Chiriboga era el presidente de la Ecuafútbol los jugadores convocados siempre eran supuestamente apadrinados por el dirigente. Y si la Tricolor perdía se confirmaba el argumento. Ahora que no está Chiriboga y la selección, lamentablemente, ha decaído en su rendimiento, la razón es que Gustavo Quinteros solo apunta a los elementos que manejó en Emelec y a sus ahijados.
Cuando estos mismos jugadores ganaron 4 partidos al hilo en el inicio de las eliminatorias, eran cracks y Quinteros demostraba que Reinaldo Rueda había fracasado en el equipo porque era conservador, miedoso, defensivo y resultadista. Ya era hora, supuestamente, de que un entrenador ambicioso haya tomado las riendas del combinado de un país que, pese a contar con infinidades de cracks, no daba el salto de calidad por contar con un profesional como Rueda, que no estaba a su nivel.
Después del cuarto triunfo en el torneo actual -contra Venezuela en Guayana-, Quinteros se convirtió en Guardiola. ¡Qué equipazo que tenemos! ¡Ya estamos en el Mundial! ¡Nada que ver con el equipo de Rueda! Infinidades de elogios que se acabaron el día del empate con Paraguay, que activó el discurso de los ahijados y emelecistas y que tras la derrota ante Colombia se agrandó. La Tricolor, claramente, venida a menos, con un nivel bajo de los talentos con respecto a las primeras cuatro fechas, pasó de ser un equipazo a un conjunto con desaciertos, pero con la misma gente que la llevó a la cima, comenzando con una victoria sonada en Buenos Aires.
La tarde del jueves, Quinteros tenía la misión de levantar a su equipo para retomar el rumbo del arranque, y llamó a los mejores representantes del balompié nacional en la actualidad, alineó a quienes debían estar en la cancha, sin embargo, el plan no funcionó, porque Brasil refundó el ‘jogo bonito’ -por ahora, ante Colombia debe confirmar si sigue así o solo tuvo un día brillante-, Neymar tuvo un encuentro de ensueño con la pelota y ciertos jugadores ecuatorianos estuvieron muy por debajo de su rendimiento.
Christian Noboa, Énner Valencia y Miler Bolaños no mostraron las habilidades que los llevó al extranjero, Felipe Caicedo tuvo escaso contacto con la pelota y Jefferson Montero -una vez más- fue generoso en el desborde por la izquierda y mezquino en asociación con los compañeros, diagonales y remates al arco. Quinteros apostó a iniciar con los mejores 4 atacantes que tiene el fútbol nacional y el equipo terminó disminuido en la marca.
No es cuestión de apadrinados azules y amigos, ni tanto de cambios de esquemas o funciones en el campo. Es cuestión de que los convocados -la mayoría en el exterior por mérito- levanten el nivel. Que comiencen el martes sería ideal. (I)