En cuanto a los temas de homicidios, existe mayor presencia masculina porque los hombres estamos más vinculados a los temas de violencia a diferencia de las mujeres.

Si se analiza la composición de bandas criminales, veremos que la intervención de las mujeres es totalmente baja y eso genera que, en la mayoría de hechos violentos, las víctimas sean hombres.

Existe una diferencia de lo que pasa en muertes intrafamiliares, donde 9 de cada 10 víctimas son mujeres y, por eso, hay que reconocer que hay una estructura de inseguridad para las mujeres en su propia casa.

Dentro de todo el proceso jurídico, si una persona es víctima de homicidio, sus familiares se ven abocados a una serie de procedimientos que pueden ser engorrosos y, además, en esas circunstancias, lesivos de derechos.

El procedimiento es el siguiente: tiene que llegar (personal de) la Fiscalía y realizar el levantamiento del cadáver. Ahí inicia, de oficio, una investigación previa, si es que no se ha dado con los autores del hecho y, si se ha dado, se inicia una instrucción fiscal.

Familiares cercanos a las víctimas tienen la posibilidad de presentarse como acusadores y, con esto, se inicia una instrucción (fiscal) que puede durar de 90 a 120 días, dependiendo si se vincula o no a alguna persona o si se reformulan cargos.

Después viene la audiencia preparatoria de juicio. Si los procesados son llamados a juicio, se tramita la etapa de juzgamiento, al final de la cual se dicta una sentencia que puede ser de culpabilidad o inocencia, tras lo cual existen los recursos de apelación, casación y revisión, sea ordinaria y eventualmente acción extraordinaria de protección en sede constitucional.

Hasta que se tramite todo el juicio, es decir, hasta llegar a sentencia, puede durar entre seis y ocho meses. La apelación puede durar unos tres meses más y la casación entre tres meses y un año adicional.

El tener que enfrentar varias veces, en varias audiencias, recrear los hechos y enfrentar, además, a quienes los produjeron, genera un desgaste, pero no hay otra manera de hacerlo.

En los casos de homicidio y femicidio, si se conoce la identidad del autor, se inician las acciones inmediatamente. Creo que ahí no hay la congestión que podría haber en ciertos delitos contra la propiedad; sin embargo, el problema en los delitos de femicidio radica en la poca visión de género que tiene nuestro sistema de justicia, tanto a nivel de fiscalía como de jueces.

Sin embargo, si se busca agilizar los procesos, eso implica reducir los plazos procesales y podría afectar otro tipo de derechos, como el de la defensa, el de contar con los medios de defensa y pruebas adecuadas.

Por ello, es muy difícil que se reduzcan los plazos, pero creo que en aras de la eficiencia se han reducido los plazos lo suficiente dentro de lo procesal en Ecuador. (O)