Punto de vista
Un venturoso 2017
Hemos iniciado 2017, año que sin duda alguna marcará nuestros propios y personales destinos, así como los de nuestra patria, por ser un año en el que escogeremos a un nuevo primer mandatario del país.
Atrás quedó 2016, año lleno de alegrías y tristezas, como la que embargó nuestro corazón aquel 16 de abril en que hermanos esmeraldeños y manabitas lo perdieron todo, incluso a sus seres amados; pero que sin importar la dificultad que se presentaba, demostró el mejor rostro de mi país, un Ecuador solidario, generoso, pujante, que resurge a pesar del desastre.
En este marco de inicio de año, los invito a analizar los aciertos y desaciertos acaecidos en 2016, visualizando aquello que debemos emular y lo que debemos desechar en el nuevo año.
Lo reconocen hasta internacionalmente, Ecuador es un país de lucha, de esfuerzo, un país de todos y para todos; y así deberá permanecer, sin alterar su esencia integradora y altruista, en beneficio de todos y no de pocos, en la búsqueda de la anhelada justicia social que con mayor fuerza deberá brillar por ser lo justo y procedente en estricto derecho de nuestro pueblo.
A cargarnos de energías y asumir nuestras luchas. A vencer el temor, derrotar el ‘no puedo’, superándonos a nosotros mismos para la materialización de nuestras aspiraciones personales, familiares, profesionales y gremiales. Solo el trabajo incesante en todas las esferas de nuestra cotidiana realidad podrá presentarnos mejores días en progreso y bienestar.
Para el gremio que represento, la situación no es distinta, este es un año decisivo. En febrero de 2017 se elegirá a quien administrará los destinos de este renovado Colegio de Abogados del Guayas por los siguientes tres años, y en el caso de la Federación Nacional de Abogados del Ecuador, también deberá convocarse a elección de una nueva directiva que continúe con el proyecto de dignificación gremial ya comenzado, y sobre el que continuamos trabajando.
Siempre lo he manifestado: solo unidos podremos alcanzar los más altos propósitos de bienestar común. Solo en unidad, sin buscar nada para nosotros, todo para el gremio, un gremio que hoy más que ayer se presenta como un aliado de lucha en justicia y verdad, no solo para el profesional, sino también para el ciudadano.
A luchar, soldados del derecho, cobijados por la bandera de la justicia y la ética. La patria nos requiere más que nunca. Por ello, mis más sinceros deseos de salud, trabajo, de perseverancia, paz, armonía y dedicación. Que el nuevo año venga colmado de bendiciones y que sepamos obtener de ellas el máximo provecho personal y colectivo. Feliz 2017.
¡Juntos somos invencibles! (O)