Punto de vista
Temo que la búsqueda de consensos no tenga eco
Alianza PAIS nació por la confluencia de sectores progresistas y ciudadanos que canalizaron la indignación de la sociedad ecuatoriana frente a la debacle económica, social y política a la cual nos llevó la partidocracia.
Surge también por la confluencia del pensamiento de izquierda, pero una moderna y renovada; no aquella que se funcionalizó con las elites. Así se originó Alianza PAIS, un movimiento ganador.
Esa noción de izquierda está impregnada en los cientos de militantes que se forjaron en la década, que tienen claro que el plan de Gobierno se encamina a la justicia social, la equidad, la redistribución de la riqueza y del poder, la reestructuración del Estado por el bien común, la soberanía, la integridad, en fin.
Actualmente es imposible salirnos de esos objetivos porque aquello significaría un fracaso y no estamos dispuestos a ello.
Somos un movimiento exitoso. Hay que tener claro que una cosa son los ideales y otra las tácticas, que pueden variar en los periodos, pero nunca sacrificando esa ideología de izquierda, esos valores y principios. Ahora se habla mucho del cambio de estilo entre el compañero Rafael Correa y el presidente Lenín Moreno. Pero no solo es eso, porque ahora se viven momentos políticos diferentes.
No es que Rafael Correa es confrontador por naturaleza y Lenín dialogante por naturaleza. Esa es una lectura superficial de dos momentos políticos distintos. A Rafael le tocó confrontar con el viejo país, desmontar todo el andamiaje que las oligarquías habían armado para beneficiarse del país.
Él puso las bases para beneficiar a la mayoría de los ecuatorianos. Pero esa confrontación genera resistencias en quienes perdieron el poder. Hoy, Lenín Moreno recibe un país mucho más institucionalizado y con leyes claras. Eso genera consensos, luego de que se “niveló la cancha en la década”.
Sin embargo, temo que la búsqueda de consensos de Lenín no tenga el eco en las elites que están acostumbradas a la búsqueda de privilegios. Por lo tanto, no es un tema solo de estilos, sino de un momento donde la madurez política debe demostrarse. (O)