Entre las preguntas más usuales que se realizan los conductores están, ¿Cómo reducir el consumo de combustible del automóvil?, ¿Es posible reducir la contaminación por emisión de gases de efecto invernadero?, ¿Se puede alargar la vida útil de un vehículo, mediante un correcto uso?, según datos de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE,2013), la implementación de algunas técnicas de conducción podrían reducir hasta en un 15% el consumo de combustible y prolongar la vida útil del automotor.

La cantidad de energía que requiere un bus de transporte rápido (Ecovía o Trolebús) en la ciudad de Quito, se puede comparar con la electricidad demandada por 100 casas que consuman 150KWh, cada una al mismo tiempo. Lo que evidencia la cantidad de recursos energéticos necesarios para la transportación masiva. Además, al ser vehículos que también funcionan a diésel, por cada litro consumido, emiten 2,6 Kg de CO2, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

Por este motivo, es indispensable aplicar técnicas de conducción eficiente que creen hábitos para disminuir el consumo de energía durante cada desplazamiento, así como atender algunos aspectos básicos de mantenimiento del automotor. Entre las que se destacan:

Preparar el vehículo para el viaje: cada kilogramo de carga en el auto genera un peso que el motor tendrá que vencer para poder moverse, por lo que es importante evitar peso innecesario en cualquier viaje, ya sea en la cajuela o en los asientos.

Revisar la presión del aire en los neumáticos: cada fabricante recomienda que estos sean inflados a cierta presión. El tener los neumáticos más inflados representa un deterioro temprano de los mismos, y si estos se encuentran menos inflados el motor debe realizar más esfuerzo para vencer las fuerzas de rozamiento, lo que se traduce en mayor consumo de combustible. Se debe verificar la presión de los neumáticos regularmente y en especial si se realizan viajes largos.

Mantenimiento periódico del motor: garantiza que todos los elementos mecánicos funcionen correctamente, ya que si por ejemplo el filtro de aire está sucio, se traduce en un esfuerzo mayor por obtener oxígeno, lo que a su vez se transformará en consumo de combustible.

Mantener una distancia prudente con otros vehículos: evitará tener que acelerar o frenar brusca y continuamente. El acelerar varias veces en un mismo trayecto conlleva
una exigencia adicional de energía al motor.

Evitar frenados bruscos: es recomendable frenar con anticipación siempre que sea posible, por ejemplo al ver una señal de pare, un semáforo o un redondel, se debe dejar de acelerar y permitir que el auto avance con su propia inercia. Reducir la velocidad paulatinamente con la ayuda de la caja de cambios, el momento que se permite que el auto avance con su propia inercia, manteniendo una marcha sin tocar ningún pedal, el consumo de combustible es cero.

Utilizar marchas altas: se recomienda llegar a marchas altas (4ta y 5ta) lo más rápido posible (entre 2500 y 3000 rpm), ya que consumen menos combustible manteniendo la misma velocidad que utilizando marchas bajas (1ra, 2da, 3ra). En vehículos de transmisión automática se debe realizar una aceleración progresiva y evitar aceleraciones bruscas, según el IDAE.

Apagar el motor en pausas superiores a 2 minutos: de esta manera existirá ahorro de combustible.

Adelantamiento y situaciones de emergencias: es importante efectuar adelantamientos sin forzar el motor y a una distancia prudente para desarrollar la maniobra.

Control de velocidad en carretera: no aumentar la velocidad reducirá drásticamente el consumo de combustible, por ejemplo para un viaje de 100Km la diferencia en tiempo en ir a 80Km/h o 90Km/h es solo 10 minutos, sin embargo para aumentar de 80 a 90 Km/h el motor requiere una gran cantidad de combustible.

Las técnicas de conducción eficiente permiten tener un estilo de manejo mucho más amigable y relajado de lo habitual, generando ahorro de combustible, sin deteriorar prematuramente el vehículo y disminuyendo la contaminación. (O)