Con la publicación del Decreto Ejecutivo No. 883 por el que se derogan los subsidios a los combustibles, se estima que el Presupuesto General del Estado dejará de destinar más de $ 1.400 millones para ello.

Frente a este anuncio se han generado análisis muy fundamentados de la distorsión de dicho subsidio, que ha existido por 47 años en Ecuador.

Sin embargo, aún no está claro ¿para qué? se van a usar esos recursos, que dada la evidencia de la mala, onerosa y muy lenta gestión que hace el Estado, bien podríamos pensar un cambio del sistema en donde los ciudadanos reciban directamente los recursos para su mejor uso.

Y no hablo del Bono de Desarrollo Humano (BDH) que es una ayuda, sin duda, para cubrir la necesidad de supervivencia del ser humano; sino un capital que pueda ser usado libremente por él.

Eva Catalán en su artículo “Renta básica universal, el experimento de Silicon Valley con el salario básico universal” da cuenta del proyecto del Economic Security Project que con un presupuesto de un millón de dólares busca la implementación del salario básico universal en EE.UU. Para esto seleccionaron a 125 personas en la localidad de Stockton, de alto índice de pobreza, quienes recibirán $ 500, a través de una tarjeta de débito, durante 18 meses, que pueden ser usados sin condición alguna. Adultos mayores que usan los recursos para pagar su plan de telefonía celular, llevar a su perro al veterinario y comprar regalos para sus nietos; otras personas usan el dinero para pagar un profesor particular a sus hijos durante el verano y sacar un título universitario; inclusive hay quien ha cambiado su modalidad de trabajo de tiempo completo a tiempo parcial para poder pasar más tiempo con su familia.

Este proyecto busca demostrar que la dependencia o pereza no está asociada por quienes son receptores de dicha ayuda social.

Adoptar un proyecto de esta magnitud e innovación en el Ecuador de alguna forma servirá para conseguir, lo que a decir de Michael Tubbs, alcalde de la ciudad, defiende: “Stockton va a ser un ejemplo para todo el resto del país. La pobreza es algo inmoral y, sencillamente, no debería existir. La gente que vive angustiada por falta de dinero no le falta carácter o fuerza de voluntad: les falta dinero”. (O)