Repercute en la calidad de vida
Existen varios factores sociales que permiten explicar la diferencia del acceso a una red pública de agua entre el nivel urbano y rural.
Por una parte, la dispersión de la población rural en áreas como la Amazonía vuelve costosa la provisión del servicio de agua potable. Por otra parte, una mayor incidencia de pobreza genera una menor recaudación municipal y menos recursos disponibles para la expansión de redes de agua potable.
Así, en zonas rurales es frecuente que no haya acciones municipales para afrontar el problema del acceso al agua potable, por lo que es frecuente que los hogares acudan a fuentes comunitarias o individuales de agua de consumo humano, lo que pone en riesgo su salud.
En el norte de la Amazonía ecuatoriana, estudios han demostrado que hay un problema adicional a la disponibilidad de agua potable. Su calidad de consumo humano en áreas rurales no es adecuada y contiene microorganismos provenientes de la contaminación fecal y la falta de tratamiento adecuado.
En centros urbanos se cuenta con sistemas de agua potable, sin embargo es frecuente encontrar una alta concentración de cloro en el líquido para consumo en las cabeceras cantonales.
Se estima que a nivel nacional el 23% de menores sufren retraso en el crecimiento, mientras que a nivel rural esta cifra asciende al 40%. A pesar de no ser una de las principales causas de muerte en el país, las enfermedades diarreicas agudas son la cuarta causa de hospitalización a escala nacional (INEC, 2016).
El agua limpia y accesible para todas las personas es parte esencial del desarrollo sostenible. La Organización de las Naciones Unidas (2016) estima que en el 2050 al menos un 25% de la población vivirá en países afectados por la escasez de agua, generando hambruna, desnutrición y enfermedades crónicas.
La escasez de recursos hídricos, acompañados de la mala calidad del agua y de los servicios de saneamiento, tienen repercusión en la calidad de vida de las personas, en la seguridad alimentaria de los territorios y generan menos oportunidades de subsistencia y educación para las familias más pobres.
El problema de la cobertura de los servicios de agua potable y saneamiento está ligado de forma importante a la disponibilidad de financiamiento de los gobiernos locales. Así, en áreas con mayor incidencia de pobreza es frecuente que los gobiernos locales no cuenten con los recursos suficientes para expandir la red de agua potable.
En territorios con una geografía compleja como es la Amazonía, la construcción de nuevas canalizaciones del sistema de agua potable es muy costoso y menos factible para los gobiernos locales, quienes tienen todavía una deuda pendiente respecto a la mejora de la calidad del agua potable, tanto en zonas urbanas como rurales en la Amazonía. (O)