Punto de vista
Quienes toman las decisiones no conocen los datos de las investigaciones
Debe haber un explícito reconocimiento de que Ecuador está en pleno proceso de envejecimiento. La población vive más tiempo y los nacimientos son menos. Un reconocimiento de esa realidad obliga a las autoridades a diseñar políticas integrales para garantizar un envejecimiento saludable que implique no solo la atención en salud, sino un paquete de atención de prevención y control.
Además, requiere la adopción de leyes que garanticen toda clase de servicios y que eduquen a la población sobre las necesidades específicas de este grupo de población, servicios ambulatorios, servicios de transporte, características de la vivienda, entre otros.
La academia y todo su potencial de investigación ofrecen datos sobre la dimensión y las características de la población en proceso de envejecimiento. Genera espacios de discusión y asegura que la información esté sustentada en la evidencia científica. La necesidad de actualizar los datos de la Encuesta de Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE) 2010 es imperiosa, pero solo se justifica si los datos que se recolectan y se procesan sirven para el diseño de políticas y programa. En esa perspectiva, la encuesta SABE ha sido poco utilizada e incluso desconocida por las autoridades de turno.
Esta encuesta ofrece información de las condiciones de salud y bienestar de la población ecuatoriana, con desgloses a nivel regional, pero es claro que quienes tienen que tomar acción sobre este creciente grupo de población ni siquiera conocen los datos. Los recambios constantes de autoridades y responsables evidencian que no conocen de la existencia de ese estudio que se hizo a nivel nacional.
Las necesidades de las personas adultas mayores deben ser cubiertas por servicios de atención médica, de prevención, control y de promoción en la población.
Los países europeos nos pueden dar excelentes ejemplos que debemos estudiarlos y ver la posibilidad de aplicarlos en nuestro país, pero lo que es necesario es contar con equipos capacitados en este tema que puedan interpretar la información disponible en Ecuador y fuera para construir una política integral de atención a las personas adultas mayores. (O)