¿Qué es la modernidad? (4)
Una de las características más destacables de la modernidad es que hace tabla rasa del orden social anterior. Se define como un gran proyecto que se despliega en el tiempo y adquiere variados matices en cada contexto social y cuyo origen, según Karl Marx, se sitúa en “el despliegue de fuerzas productivas, es decir, con la ampliación del saber empírico, con las mejoras de las técnicas de producción y con la movilización, cualificación y organización cada vez más eficaces de la fuerza de trabajo socialmente disponible”.
La modernidad tiene que ver, por otra parte, con la modificación de los aspectos visibles e “invisibles” de la sociabilidad. En Occidente, a partir del siglo XVIII, la vida pública y la vida privada de las personas se ven impactadas por un paulatino proceso de secularización que modela las mentes y los cuerpos. Este reordenamiento existencial se enuncia como un proyecto civilizatorio de carácter económico, político y sociocultural.
Pero la matriz de la modernidad occidental proviene del racionalismo, cuyo aporte incluye los siguientes procesos que enumera Habermas:
1. El nacimiento de la ciencia moderna y la organización universitaria de las especialidades científicas.
2. La literatura impresa destinada al mercado.
3. La institucionalización del cultivo del arte.
4. La música armónica.
5. El empleo de la perspectiva lineal y aérea en pintura y arquitectura.
6. La sistematización científica de la teoría del derecho.
7. La racionalización de la administración estatal.
8. El control del comercio social regulado por el derecho privado.
9. El nacimiento de la empresa capitalista, con fines de lucro.
10. El nacimiento de la ética económica capitalista, derivada de la anterior.
Observamos pues, que la modernidad no sigue una sola vía y derrotero, sino que se expande en múltiples redes entretejidas por relaciones sociales e institucionales que estructuran, e incluso modifican, densas capas de procesos sociales de diversa índole y procedencia que coexisten entre sí. Por eso se reconocen modernidades “centrales”, “excéntricas”, “periféricas”, “desbordadas”, “barrocas”, “ideológicas”, “económicas”, “artísticas”, “literarias”, entre otras. (O)