Publicidad

Ecuador, 30 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El peso del desarraigo

Un retrato sutil sobre el desarraigo es representado en el filme polaco Guerra fría (2018), de Pawel Pawlikowski, sobre una pareja, uno director de música y la otra, cantante y danzarina.

El desarraigo es el abandono de la tierra natal y un proceso de desidentificación con ella, ocasionado por necesidad o por el exilio.

La película de Pawlikowski muestra este fenómeno en una Polonia que fue avasallada por el comunismo al final de la II Guerra Mundial. El título podría aludir a la “Guerra fría” que hizo que entre el Occidente liberal y la Unión Soviética, y los Estados satélites de Europa Oriental, se estableciese un muro ideológico que impidió que personas y familias puedan comunicarse.

Pese a tal contexto, tal título, sin embargo, señala otro hecho: la guerra silenciosa ejercida contra los ciudadanos polacos (o contra los de la órbita comunista) para evitar su reunión, la formación de familias…, es decir, una guerra contra lo sensible y lo afectivo.

Un dispositivo que presenta Guerra fría es la instauración de un Estado de propaganda con base en la apropiación de las expresiones populares (música, danza, canto, etc.), creando el arte oficialcomo reafirmación nacionalista del ser humano que vive para el “pueblo”.

El músico, Wiktor, que antes iba de caserío en caserío para recogertales expresiones de arte, pronto es absorbido por el régimen que usa de forma perversa la música y la danzapara inmovilizar toda protesta o inquietud (con el telón de fondo que presenta a Stalin y Lenin mirando en forma numinosa, hacia el horizonte, por sobre todos los seres humanos, sin mirarlos siquiera). Su fuga hacia Occidente le hará consciente de un vacío existencial y de la depresión como signo de añoranza de la tierra amada.

El encuentro y desencuentro con esa tierra amada es representada por la cantante, Zula, amante y sensual. Ella ha sabido controlar al padre (dígase la “Patria”), mostrándola como una mujer de carácter. Cuando forma parte del aparataje propagandístico, colabora en la conformación de una relación, entre ella y Wiktor, que hace depender, que sujeta, que implica el deseo que no se puede abandonar.

Cuando ellos deciden conciliarse en el matrimonio, surgirá el rostro sombrío de la “madre patria” (ella, Zula), que finalmente hará rendir al desarraigado para exiliarlo por completo de la vida. Así, Guerra fría es un filme complejo, simbólico y hermosamente cruel. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Los electores ecuatorianos tendrán que lidiar con al menos cuatro inconvenientes al momento de ejercer su voto, el próximo 7 de febrero de 2021. En primer lugar, porque la forma de votación cambió para elegir a los asambleístas provinciales.

Social media