Pero es una mujer
Lászlo y Klara Polgár tuvieron tres hijas: Susan, Sofía, y Judit. Las tres alcanzaron el máximo título de ajedrez: Gran Maestro. A pesar de ser un título que lo pueden obtener tanto hombres como mujeres, solo existen 37 de ellas en todo el mundo. Las tres destacaron, y de una manera sin precedentes Judit.
A sus 15 años y 4 meses se convirtió en Gran Maestro, batiendo el récord de Bobby Fischer (15 años y 6 meses). Ganó medallas olímpicas y logró lo imposible: llegar al top 10 del ranking mundial de ajedrez entre hombres y mujeres. Pese a sus grandes triunfos, Garry Kasparov llegó a subestimarla. “Ella tiene un talento fantástico para el ajedrez, pero después de todo, es una mujer” o “ninguna mujer puede sostener una batalla prolongada”.
Kasparov le había ganado a Judit, pero en 2002, en el match “Rusia contra el resto del mundo” ella lo venció. “Fue un momento histórico. Finalmente le gané una partida a Garry Kasparov. Fue muy especial”.
Él cambió su discurso. Nunca más se lo escuchó subestimar a una mujer. Con sus fundaciones ha logrado hacer al ajedrez más accesible y como parte de las mismas empoderar a muchas. Judit no solo revolucionó el mundo del ajedrez, ahora está inmersa en programas educativos relacionados a su deporte. Es un referente en su natal Hungría y cada año organiza el festival “Chess Connects Us”, donde el ajedrez está presente en formas de arte, ciencia y música.
Las palabras de Kasparov no deben ser tomadas como un simple comentario. Nuestros pensamientos se convierten en palabras y nuestras palabras en acciones. A lo largo de la historia de Ecuador, e incluso en 2018, seguimos escuchando y normalizando discursos machistas.
La violencia no solo viene en forma de golpes, también en discursos, chistes o estructuras que no buscan la igualdad. Cuando a una niña se le dice que el fútbol no es para niñas, se la limita y subestima. Algunos golpes en la vida no vienen en forma de puños, vienen en forma de frases que no dejan moretones, pero dejan heridas. Ojalá un día logremos eliminar la frase: pateas como niña para subestimar a un niño.
Ojalá un día dejemos de asociar “débil” con mujer y empecemos a asociar capacidad, tenacidad, liderazgo, habilidad tanto con hombres y mujeres. De a poco, el mundo se ha ido moviendo hacia la igualdad y reconocimiento tanto de hombres como mujeres en diferentes campos. Pero la erradicación de la violencia no se hace cada 25 de noviembre con algo simbólico en instituciones públicas, colegios, o clubes de fútbol. Se hace cada día con políticas claras de inclusión o leyes contra el acoso. (O)