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Ecuador, 22 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Punto de vista

Palacio emblemático de Guayaquil (II)

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En 1913 se termina la obra del edificio de la Gobernación o Casa de Gobierno, “en el solar que ocupara el antiguo edificio de Policía”,[1] confeccionada por Benicio Mejía y Cía., quien un año atrás había sido contratado por el gobierno de Emilio Estrada Carmona. El palacio de tres pisos, hechura de madera de pino y con amplios balcones, ocupa toda la manzana de las calles Malecón, Pichincha, Aguirre y Ballén, incluyendo la oficina de telégrafos del Estado, inaugurada el 1° de junio de ese año.[2]

El 9 de octubre de 1917, esta edificación es completamente destruida por un pavoroso incendio. El saldo trágico asciende a 3 muertos y 30 bomberos heridos. Una de las víctimas, el bombero jubilado Nicolás Rodríguez, “cayó desde el tercer piso de la Gobernación incendiada, trabajando al borde del ángulo del techo en Aguirre y Malecón”.[3]  En el otro lado de la historia estuvo Cabo Jerónimo Vera Plúa, quien sobrevivió milagrosamente luego de salvar vidas, con un hacha a cuestas, lo que le valió el título de héroe popular y una alegoría en su homenaje que publicó la revista Patria.

Afortunadamente, los trabajadores de las distintas oficinas lograron escapar de las llamas, pero los verdaderos damnificados fueron los dueños de los establecimientos comerciales de la planta baja: Solá y Cía., Kronfle Hnos., San Woo & Cía., Joyería Mármol, Touma Hnos., Jorge Huésped, Baduy Hnos., Yi Siong & Cía., Sucre Aduén, Miguel G. Hurtado, Nicolás Iza, Samán Hnos., Mac. Lut Hnos., Luis Bruzzo, Herederos de Puig, Salón Roma, Magit Farah, Salón Nueva Gloria, Joyería Faggioni, Nacho Hnos., Joyería de José Allieri, Salomón Nahón, Santiago Merizalde, Kalil B. Saad y Víctor Espinoza,[4] con pérdidas económicas que superaron los dos millones de sucres.

Luego del desastre, el presidente Alfredo Baquerizo Moreno gestionó la reconstrucción del edificio, logrando en 1918 que el Congreso, mediante Decreto Legislativo, autorice una transferencia de un millón de sucres.[5] Pero recién en 1921, durante el gobierno de su sucesor, José Luis Tamayo, se sumaron dos millones quinientos mil sucres más, completándose el presupuesto requerido para la reconstrucción,[6] al tiempo que se pidió al arquitecto alemán Augusto Ridder que elabore un diseño del nuevo edificio, el que constituyó el esqueleto del actual, es decir, “una galería en forma de cruz, cubierta por una estructura de hierro y vidrio, que divide al edificio en cuatro partes; los ingresos de la galería principal son rematados por un ‘arco de triunfo’ con columnas rematadas por capiteles de orden compuesto; el resto de la fachada presenta una composición rígida con ritmos marcados por la sucesión de edículos y arcos de medio punto en el soportal”.[7]

En 1922, se llamó a concurso para  perfeccionar el modelo de Ridder, que tuvo acogida por algunos de los más importantes arquitectos. Se escogió entre las propuestas del Sindicato Italiano, Eduardo Valenzuela y Benicio Mejía, y Augusto Landires. La última palabra la tuvo José Antonio Gómez Gault, ingeniero del Gobierno y profesional graduado en la Universidad de Cornell, New York (USA),[8] quien hizo cambios en la distribución de los espacios y en la fachada, recomendando que se contrate a los arquitectos Valenzuela y Mejía para la construcción del edificio y que se elaboren nuevos planos, que fueron encargados al Sindicato Italiano, que en realidad se llamaba Sociedad General de Construcciones.
Finalmente, el ingeniero italiano Mario Gherardi firmó los planos del nuevo edificio y se los entregó a los constructores Valenzuela y Mejía, con la orden expresa de que la estructura del edificio debía ser de hormigón armado, techos con armadura de acero y tejas “Eternit”.[9]  

La construcción del actual edificio de hormigón armado, que hoy ocupa la Universidad de las Artes y la Gobernación del Guayas, empezó el 26 de marzo de 1923, cuando se puso la primera piedra,[10] y culminó en agosto de 1924.[11]  Una inscripción en la fachada oeste perenniza, en números romanos, el año de inauguración, que, 92 años después, sigue incólume como ícono del patrimonio arquitectónico de Guayaquil y del Ecuador.

PIES DE PÁGINA
1. Julio Estrada Ycaza., Guía Histórica de Guayaquil, Tomo 3, Guayaquil, Poligráfica, 2000, p. 244.
2. Carlos A. Rolando, Obras Públicas Ecuatorianas, Guayaquil, Talleres Tipográficos de la Sociedad Filantrópica del Guayas, 1930, p. 285.
3. Julio Estrada Ycaza, Guía Histórica de Guayaquil, Tomo 4, p. 155.
4. Ibídem, p. 167.
5. Julio Estrada Ycaza, Guía Histórica de Guayaquil, Tomo 3, p. 245.
6. Ibídem, p. 245.
7. Florencio Compte Guerrero, Arquitectos de Guayaquil, Guayaquil, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, 2007, p. 122.
8. Ibídem, p. 54.
9. Julio Estrada Ycaza, Guía Histórica de Guayaquil, Tomo 3, p. 247.
10. Carlos A. Rolando, op. cit., p. 293.
11. Julio Estrada Ycaza, Guía Histórica de Guayaquil, Tomo 3, p. 247.

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